El jueves fue ungida con el título de Caballero en la Orden Nacional del Mérito.
Fue una velada con una protagonista única, la arquitecta Silvia Fajre. Además de su gestión como Ministra de Cultura de Buenos Aires, bajo la administración de Jorge Telerman, Fajre se destacó en diversas iniciativas culturales, como experta en el patrimonio porteño y en estrecho vínculo con las autoridades francesas en Argentina.
El jueves fue ungida con el título de Caballero en la Orden Nacional del Mérito –no hay femenino para esta distinción–por el gobierno de Francia, a través de su embajadora, Claudia Scherer-Effosse.
El acto se desarrolló en el palacete Ortiz Basualdo, en Cerrito y Arroyo, sede de la misión francesa, y fue compartido por amigos y colaboradores en las décadas de tarea de Fajre; todos ellos aplaudieron el momento en que la bella cruz azul y plata fue prendida a su pecho por la embajadora.
Entre otros, saludaron a Fajre el coleccionista Jacobo Fiterman y su hija, Valeria, los galeristas Jorge y Nelly Mara, los periodistas Norma Morandini y Joaquín Morales Solá, el coreógrafo Mauricio Wainrot y el propio Telerman, a quien en su mensaje la embajadora describió cariñosamente como el «afrancesado» director del Teatro Colón.
Si en su emotivo mensaje Scherer-Effosse evocó la fascinación de Fajre por el barrio de Le Marais y la Place de Vosges –que guió a la arquitecta distinguida en su labor durante la restauración del casco histórico porteño–, la Chevalier Fajre reconstruyó su propio periplo desde la Salta natal a Buenos Aires y destacó la enorme influencia cultural de Francia.
