El ritmo de la gente varió, hay más personas a toda hora y no es por el turismo.

Es la una de la madrugada y por la Rue d’Antibes, la calle que corre paralela a la Croisette, algo así como la Quinta Avenida de Nueva York, pero en versión petit, por la acumulación de casas de ropa de primera marca, hay tanta gente como a las 8 de la mañana. Algo ha cambiado en Cannes.

Es claro que este año prácticamente se ha recuperado la cantidad de asistentes al Festival, entre periodistas, compradores y distribuidores.

Paralelo al Festival transcurre el Mercado del filme o Marché du film, que es el que mueve millones y millones de euros, no solo a la hora de adquirir películas (o proyectos), sino en cuanto a habitaciones de hotel, restaurantes, bares y lo que puedan imaginar.

Turistas y locales en La Croisette, con el emblemático hotel Carlton de fondo. Foto: Reuters


Turistas y locales en La Croisette, con el emblemático hotel Carlton de fondo. Foto: Reuters

Un negocio para la ciudad

Se estima que, año tras año, el Festival de Cannes deja a los habitantes de la ciudad (el gentilicio, en francés , es cannois) en tiempos normales y fuera de la pandemia, alrededor de 200 millones de euros, en todo concepto.

Y no es que haya mucha gente en las calles, porque se aproxima el fin de semana. Este primer finde suele ser el más concurrido, porque a los habitués se suman los turistas, que arriban en avión a Niza y luego en taxi a Cannes, en tren o en los lujosos yachts o cruceros, que tiran anclas en el Mediterráneo.

Los turistas no vienen a las playas, que son de una extensión corta, y casi no hay oleaje. Meterse en el mar verde aquí, es verse los pies rodeado de pececitos.

El director francés Geraldine Danon posa con la ciudad de fondo en pleno Festival de Cannes. Foto: AFP


El director francés Geraldine Danon posa con la ciudad de fondo en pleno Festival de Cannes. Foto: AFP

Pero no todo es cine en Cannes. El muchacho de seguridad que escanea mi badge para ingresar al Palais el miércoles a la noche estaba más interesado en ver cómo el Manchester City le iba ganando 2 a 0 al Real Madrid en la semifinal de la Champions League. No despegaba los ojos de la pantalla de su celular, y sólo lo hizo cuando le pregunté “¿Cómo va el partido?”, y me ofreció verlo.

Más eventos

Decíamos que algo ha cambiado en Cannes. Tanto en la ciudad como en lo que respecta al cine. Por ejemplo, la Quincena de Realizadores, otro de los eventos de Cannes, que tiene su sala propia (el teatro de la Croisette, donde alguna vez funcionó el Festival, hasta que creció tanto que se construyó el Palais des Festivals, que ahora lo alberga) ya no se llama así.

Adaptada a los tiempos que corren, se la rebautizó Quincena de Cineastas, por una cuestión de género. En francés el término cineastas abarca a todos y todas: pero hay realizadores y realizadoras. Allí, la apertura fue con el filme The Goldman Case, de Cédric Kahn, sobre un delincuente francés de izquierda, acusad de matar a dos farmacéuticas, cosa que niega. Está basada en un hecho real.

Pero ésa es otra historia.

Enviado especial

Mirá también