Comenzó la muestra en el Design District de Miami, en la galería Azur. Se engarza con el resto de actividades audiovisuales del programa Conexión Buenos Aires-Miami. Con el auspicio de revista Ñ.
Un móvil de piezas blancas anudadas con sogas parece un llamador en la entrada a la galería Azur en Miami. Da la bienvenida a Solo Show, la primera muestra individual de la argentina Delfina Collazo en la ciudad, que reúne unas 15 piezas realizadas en cerámica: construyen una gran instalación en la sala inaugurada hace un año en Allappatah, la nueva meca de las galerías y espacios de arte contemporáneo, donde se encuentra una pequeña colección privada del coleccionista Jorge Pérez y abrió sus puertas hace pocos años Daniel Maman Fine Arts.
«Hice esta obra especialmente para Miami, inspirada en la ciudad, su mar y su brisa», contó a Cultura la artista, que el día de la inauguración cumplió 30 años.
La sala está poblada de obras en cerámica pegada sobre lienzo, son «pedacitos de mar» que remiten al lecho oceánico, con sus piedras, arena, incluso el movimiento del agua, aun siendo abstractas. Igual que las esculturas, cada pieza está realizada sin moldes, a mano y casi sin herramientas, así la artista deja su huella en el gesto de moldear.
La muestra de Collazo en Azur, galería dirigida por el argentino Lucas Kokogian, forma parte del programa Conexión Buenos Aires – Miami, organizado por el área de Cooperación Cultural del Ministerio de cultura porteño, a modo de impulso al talento local en la ciudad estadounidense. La artista reside en Buenos Aires.
El festival porteño comenzó el 13 de julio con espectáculos teatrales invitados al 37° Festival Internacional de Teatro Hispano y se despliega en Miami hasta el 23, con visitas a estudios de artistas, residencias y proyecciones de cine argentino, de clásicos a inéditos del Bafici. Con el auspicio de la revista Ñ, la exposición del fotógrafo Alejandro Chaskielberg, en el Design District, es el evento central.
«Lo crucial es que se vea mi trabajo, la mano, el gesto y la textura que le dan mis dedos en cada momento, y en esa homegeneidad que surge en las distintas texturas se genera el lenguaje que me caracteriza»: así define su trabajo Collazo, formada en diseño industrial en Buenos Aires, y en Parsons en Nueva York, donde viajó para hacer un máster y volvió artista.
«Comencé de manera autodidacta, hice taller de torno, que estaba de moda hace unos años; después me gustó tanto que quise aprender un poco más, hacerlo más experimental«, dijo sobre su primer contacto con la cerámica, soporte al que regresó cuando estudiaba en Estados Unidos. «Ahí me volvió a interesar, hacía todos los proyectos en cerámica, me iba de lo utilitario para hacer objetos bellos, de hecho mi tesis fue sobre la belleza y la materialidad. Estudié, busqué inventar técnicas nuevas y entonces decidí que no iba a ser diseñadora industrial».
Las prácticas y la forma de pensar del diseño se combinan con la naturaleza orgánica del material, sometidos a un trabajo que deja amplios márgenes a lo aleatorio. Eso pasa con el coloreado de las piezas. «Hay esmaltes más pesados como el blanco, que cubre más, pero el azul es más traslúcido y deja ver mucho más la textura, y donde la intensidad se genera con la carga que tiene en el momento», reveló la artista sobre su modo de crear piezas tan únicas como evocativas.
Al igual que el espectro de lo textil recobró fuerza en la salida del aislamiento, en un intento de recuperar los oficios y de exorcisar los vínculos digitales, la cerámica atraviesa un auténtico boom entre los artistas contemporáneos. «No me canso de decir lo maravillosa que es la cerámica, para mí el mejor material del mundo porque captura lo gestual: trabajo con los dedos y ves mi huella ahí», confirmó.
«Si te ponés a pensar es barro: tierra, agua y fuego, elementos que tuvimos toda la vida y se trata de encontrar en esa sencillez algo muy expresivo», concluyó. «A través de la cerámica se puede decir mucho con muy poco y a la vez es tierra, que nos conecta con algo más rudimentario y corporal, tal vez ancestral».
Miami. Enviada especial.