Es una comedia de acción en la que el ganador del Oscar comparte elenco con John Boyega (Finn en «Star Wars»).
Ahora que Jamie Foxx parece se ha recuperado de lo que lo haya tenido hospitalizado en los últimos meses, Netflix estrena El clon de Tyrone, en el que el ganador del Oscar comparte protagonismo con el Tyrone del título (John Boyega, Finn en la última trilogía de Star Wars) y Teyonah Parris.
La mención del trío no hace más que enunciar que estamos ante un producto de «Blaxploitation». Controversial, el género habla de los prejuicios de los blancos sobre los afroamericanos, pero aquí todo es un desmadre, entre filme cómico y de aventuras, con los protagonistas develando una conspiración gubernamental tan loca como, por momentos, divertida.
Fontaine (John Boyega) es un narcotraficante; Yo-Yo (Teyonah Parris), una prostituta, y Slick Charles (Jamie Foxx), su proxeneta. Conviven en un barrio en el que las rivalidades están a la orden del día, y cuando a Fontaine le encajen no menos de media docena de tiros en el cuerpo, y obviamente, muera, todo tendrá un giro inesperado.
Porque Yo-Yo y Slick presenciaron su asesinato nocturno, y entonces no entienden cómo puede ser que Fontaine (Tyrone también es su nombre) se les aparezca de la nada así, vivo.
Título con spoiler incluido
El titulo no ayuda para nada a no spoilear, pero evidentemente alguien (o muchos, o el mismísimo gobierno de los Estados Unidos) está detrás del asunto.
Y allí van los tres, vestidos algo estrafalarios -sobre todo Slick, al que el ganador del Oscar por Ray compone de manera hilarante, rematando con su peinado extraño- a investigar la supuesta conspiración.
Pero ¿por qué alguien querría clonar a Tyrone? ¿Por qué la gente que come pollo frito empieza a reírse sin motivo? ¿Y las mujeres, que deciden alisarse el cabello, también son víctimas, pero de qué?
Hay una impronta de los años ’70, cuando el mencionado “Blaxploitation” tuvo su auge, pero aquí se lo combina con diálogos hilarantes, de un humor absurdo, la ciencia ficción y las teorías conspirativas.
El “blanco” que aparece, al que llaman Nixon y es interpretado por Kiefer Sutherland, es el símbolo de todo lo que estaría mal. Alguien quiere modificar el comportamiento de la sociedad. O , al menos, la de ese gueto, ese barrio cerrado en sí mismo. ¿Por qué?
El director Juel Tylor -guionista de Creed II y uno de los seis guionistas que tuvo la última de Space Jam (2021), con LeBron James, el ahora amigo de Messi en Miami- no hace cine denuncia, ni cine de autor.
No.
Lo suyo tampoco fue hacer una película de las minorías. Lo que hace es reírse de los estereotipos, fabricar con su coguionista Tony Rettenmaier (ya habían trabajado juntos escribiendo la de Space Jam) una trama entretenida y que dispare cada tanto críticas sociales.
Cuesta reconocer a John Boyega en su rol de comediante, y es nuevamente un placer ver a Teyonah Parris, muchos más descontracturada que cuando fue Monica Rambeau en WandaVision, la primera serie de Marvel.
“El clon de Tyrone”
Buena
Comedia / Acción. Estados Unidos, 2023. Título original: “They Cloned Tyrone”. 122′, SAM 16. De: Juel Taylor. Con: John Boyega, Jamie Foxx, Teyonah Parris. Disponible en: Netflix.
