La segunda mitad de 2023 ha comenzado y solo hace falta echar un vistazo rápido al calendario para darnos cuenta de que tenemos muchas aventuras por vivir antes de que termine el año. Atlas Fallen, desarrollado por Deck13 Interactive y distribuido por Focus Entertainment para PS5, Xbox Series X/S y PC, es una ellas y nos propone una odisea caballeresca de fantasía medieval.
Me ha tocado abandonar la Base 13 de Remnant 2 para enfundarme las pesadas armaduras de Atlas Fallen en PS5. No ha sido fácil recorrer el camino de esta historia y darme cuenta de que es muy probable que decepcione a algunas personas. Y no lo digo porque nos envíen a recoger manzanas robadas entre luchas épicas contra monstruos, sino porque casi todo se queda muy en la superficie de sus arenas.
Atlas Fallen: arena, dioses y guerra
La historia es el único apartado de Atlas Fallen con el que no he tenido problema. No es nada del otro mundo y no va a cambiar la vida a nadie. Sin entrar en spoilers, los dioses que mantenían el equilibrio del mundo acaban enfrentados por diferencias de opiniones sobre la humanidad. Uno es encarcelado y otro domina sobre la tierra, rompiendo así el equilibrio.
La estructura de la historia es muy simple: somos un don nadie humano que encuentra un arma milenaria fragmentada (el guantelete) y nuestra función es restablecer todo su poder para arreglar el desastre de los dioses. En el camino, conocemos a nuestro compañero de viaje (que se parece sospechosamente a un Avatar) y a otros personajes, desde caballeros caídos en desgracia hasta reinas.
Si bien no es la historia más original del mundo, cuenta con un lore que puede llegar a ser interesante. Más allá de eso, me gusta que no pretenda ser más de lo que es: una excusa para llevarnos de monstruo en monstruo. En cuanto a las historias secundarias, anecdóticas con algún caso interesante.
Un mundo de fantasía medieval precioso con toques apocalípticos
Tengo sentimientos encontrados con el apartado visual y sonoro de Atlas Fallen, aunque la balanza termina inclinándose hacia al lado positivo… aunque un poquito a regañadientes. Artística y gráficamente me ha gustado mucho: apela al romanticismo de los grandes castillos medievales, el honor de los caballeros de antaño y la magia con toques apocalípticos. No es nada del otro mundo, pero queda resultón. Podéis verlo en las capturas que he sacado durante el gameplay y con el Modo Foto.
Los abruptos contrastes entre los bosques, ruinas de fortificaciones y desierto quedan sorprendentemente bien. Lo interesante es que el mundo conserva mucho color y luz, puesto que el apocalipsis es un proceso lento como el avance de las arenas del desierto. A medida que avanzamos en la aventura, la devastación es mayor. En general, luce bonito (el castillo bajo la montaña hueca se lo podrían haber ahorrado) y es entretenido de explorar.
Otra buena noticia es que el mundo de Atlas Fallen se compone de varios mapas de tamaño pequeño-mediano, algo que he agradecido enormemente. La exploración no se me ha hecho demasiado pesada y ayuda que el horizonte cambie un poco al destruir ciertas torres, aunque admito que he hecho viaje rápido en más de una ocasión porque el camino hasta mi objetivo era desierto sin más. Surcar las mismas arenas tras 6 horas hace que pierda un poco la gracia.
Una de cal y otra de… arena
Pero no todo son buenas noticias. Pese a que Atlas Fallen luce bonito, no resulta complicado verle las costuras: muchas texturas tardan en cargar o no cargan (especialmente los cofres), tiene problemas de rendimiento en ciudades (bien el resto del tiempo) y he tenido hasta 4-5 crasheos durante toda la aventura, y al menos 3 fueron justo antes de matar a jefes de historia. Sí, tuve que repetir. Como dato muy personal: he sentido que el mundo tiene más elementos genéricos de los que me gustaría.
Finalmente, el apartado sonoro merece poca mención. Si bien he sentido gustito al escuchar las placas de las armaduras al andar, el sonido en general es bastante normalito. Las voces solo están disponibles en inglés y alemán con subtítulos en español. No tengo problemas con el idioma. Sin embargo, los subtítulos en español se vuelven locos cuando hay superposición de voces en conversaciones y algunos no corresponden con lo que se escucha durante ciertas cinemáticas.
Un caballero con un guantelete de poder (casi) infinito
Toda la jugabilidad de Atlas Fallen gira en torno al guantelete que conseguimos al comienzo de la aventura. Se trata de una antigua arma fragmentada que una vez tuvo el poder de derrotar dioses. Como portador del guantelete, nuestro objetivo es recomponer los fragmentos del artefacto y fortalecer el vínculo con el ser que le da poder. A medida que lo mejoramos, avanzamos en la historia, obtenemos habilidades especiales y metemos hostias más gordas.
El poder del guantelete se divide en cuatro ramas:
- Las mejoras de movilidad nos permiten dar un doble salto y hacer varios dash seguidos antes de tener que esperar unos segundos. Son útiles durante los combates, pero tienen un papel protagonista durante la resolución de puzles.
- Las mejoras de poder nos permiten interactuar con elementos que en un principio no podemos: desenterrar objetos y estructuras de la arena, desbloquear caminos alternativos y abrir tanto puertas como cofres especiales. Al igual que el anterior punto, estas mejoras están pensadas para marcar el ritmo de la aventura y la exploración.
- Las armas principales del guanteletes son tres: hachas y mazas, un látigo y un puño de tierra. Solo podemos asignar dos y evolucionarán cada vez que aumente nuestra barra de Ímpetu durante los combates. Cada una cuenta con sus propios combos, que pueden combinarse entre sí.
- Las runas y las habilidades se desbloquean mejorando el guantelete, comprando pergaminos, derrotando a enemigos y consiguiendo ciertos materiales. Son el aspecto más profundo del juego y nos permiten adaptar hasta cierto punto el estilo de combate.
El combate de Atlas Fallen es muy divertido y personalizable. La gran movilidad del personaje, las armaduras (con poderes pasivos), bloquear ataques en el momento preciso y que todas las habilidades (ataque, defensa y curativas) se basen en la barra de Ímpetu se siente muy satisfactorio. Sin embargo, creo que se queda muy en la superficie con respecto a su potencial. Si bien hay muchas habilidades, cuenta con pocas armas. Mola durante las primeras horas y es satisfactorio cuando aprendes a combinar combos y bloqueos, pero termina siendo un poco repetitivo.
Una de cal y otra de arena… otra vez. Siendo la arena una gran protagonista, nuestra interacción activa con ella es muy limitada: solo podemos surcarla, desenterrar cosas en sitios concretos y durante las animaciones de algunas habilidades. No puedo contar las veces que he imaginado invocaciones definitivas y especiales como una ola de arena, arenas movedizas, una gran mano que succione al enemigo e incluso bestias de la arena como golems o una especie de Sarlacc a lo Star Wars.
En cuanto a los enemigos, más de lo mismo. Me gusta mucho que la vida de cada uno se reparta en varias partes de su cuerpo, que pueden estar o no blindadas, y que se muestre el icono del estado de las diferentes partes en la zona superior izquierda. Sentí el espíritu de The Surge y me hizo feliz… pero no por mucho tiempo. Hay poca variedad, llegando a usar versiones de mayor tamaño para la mayoría de Élites y Jefes fines. Incluso conservan el mismo y limitado set de movimientos.
Finalmente, la progresión general se siente apresurada en ocasiones. Toda la aventura se basa en conseguir diferentes fragmentos para el guantelete y cada uno necesita tres esencias escondidas por el mapa. Conseguir las esencias es muy divertido porque combina enfrentamientos con resolución de puzles y plataformas. Sin embargo, no me gustó que Atlas Fallen literalmente regale un par de piezas.
Nota: no he podido probar el modo cooperativo de Atlas Fallen.
El potencial enterrado de Atlas Fallen
Atlas Fallen se ha convertido en mi definición de «una de cal y otra de arena». Quiero romper una lanza a su favor: no es el desastre de Forspoken, como señalaron sus detractores, pero tampoco es la maravilla que esperábamos. Mi sensación mientras jugaba y al finalizar la partida es la misma: su potencial queda enterrado bajo las arenas de sus desiertos.
Como dije al comienzo del análisis, no ha sido fácil recorrer el camino de Atlas Fallen. Lo he pasado muy bien durante la aventura, pero también es cierto que algún día he acabado sin ganas de seguir jugando. Estando tan lleno de grises, resulta muy fácil caer en los extremos. No creo que merezca el calificativo de mal juego (mucho menos desastre), pero tampoco puedo decir que sea bueno.
¿Recomiendo Atlas Fallen? No, al menos durante su lanzamiento. Si realmente estáis interesados y tenéis claro que os gusta lo que veis, mi recomendación es optar por la prudencia: esperad unas semanas/meses y estad atentos a las actualizaciones que irán llegando. Estoy seguro de que vuestra experiencia será mucho mejor que la mía… al menos eso os deseo.
Precio de Atlas Fallen
Atlas Fallen está disponible para PC (Steam) por 49,99 euros y en PS5 y Xbox Series X/S por 59,99 euros, incluido en Amazon.
Duración de Atlas Fallen
He tardado 13 horas en completar la historia principal en modo fácil, explorando los mapas, completando varias misiones secundarias y realizando varios enfrentamientos contra enemigos élite. Seguí jugando tras finalizar la historia. El tiempo de juego aumentó a las 19-20 horas mientras hacía pruebas con las dificultades, opciones y el Modo Foto; completaba otras misiones secundarias y buscaba más armaduras y elementos estéticos para las mismas. No he completado el 100% ni todos los trofeos.
Atlas Fallen
Plataformas | PC, PS5 (plataforma analizada) y Xbox Series X/S |
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Multijugador | Sí, cooperativo |
Desarrollador | Deck13 Interactive |
Compañía | Focus Entertainment |
Lanzamiento | 10 de agosto de 2023 |
Lo mejor
- El combate es divertido y aprender los combos es muy satisfactorio.
- La duración de la historia es un acierto.
- La exploración del mundo es genial gracias a la movilidad, especialmente cuando hay puzles de habilidad.
Lo peor
- Tiene problemas que solucionar a nivel visual y sonoro.
- La experiencia en general tiende a volverse repetitiva con el paso de las horas.
- Faltan más armas y tipos de enemigos, especialmente jefes y variedad en sus set de movimientos.
En VidaExtra | Atlas Fallen muestra un gameplay cargado de combates, magia y monstruos en épicos escenarios de fantasía medieval