Los que crecimos en la década de los noventas y los primeros años de los dos mil, tenemos gratos recuerdos al encender la televisión por la noche, y es que, en Canal 5 de Televisa, se retransmitía de forma interminable la historia de ‘El Chavo del 8’, una serie de comedia mexicana que marcó a la cultura de todo un país con sus entrañables personajes, incluido uno de los más queridos de la trama.
Angelines Fernández nació en España en 1924, una época difícil debido al pronto estallido de la Guerra Civil Española en la que Angelines tuvo que participar como guerrillera, sin embargo, con la llegada de Franco al poder, decidió emigrar a México en 1947, donde puso en práctica sus dotes de actriz en las giras que varios artistas y cantantes de la época emprendieron en las conocidas carpas del pueblo.
Su primer trabajo en el cine lo tuvo con su aparición en la cinta ‘Maternidad imposible’ de 1955 que, aunque fue un papel pequeño, le valió ponerse en el foco de otros directores que se empezaron a fijar en su talento y belleza para futuras cintas, como ‘El esqueleto de la señora Morales’. ‘Corona de lágrimas’, ‘El profe’ y ‘El padrecito’, éstas dos últimas al lado del gran comediante Mario Moreno Cantinflas.
Justamente en la película ‘El profe’ fue que conoció a uno de sus grandes amigos de toda la vida: Ramón Valdés, uno de los máximos comediantes del cine de época de México que, junto con sus hermanos Manuel ‘El Loco’ Valdés y Germán Valdés ‘Tin Tan’, se convirtieron en los reyes del cine de comedia de los años 70 y 80.
Doña Cleotilde y su monchito
Como fruto de esta amistad, Ramón Valdés recomendó a Angelines para varios papeles en algunas películas en los años setenta, sin embargo, el gran éxito internacional para ambos llegó cuando Roberto Gómez Bolaños llama a Valdés para hacer el casting de su nuevo programa ‘El chavo del Ocho’, que, a su vez, recomienda a Fernández para el papel que cambiaría su carrera en televisión.
Fue en 1972 cuando el lanzamiento de una trama que refleja los conflictos de una vecindad lleva al estrellato a todos los integrantes del elenco, específicamente al de Don Ramón y el de la ‘Bruja del 71’, un mote con que usan El chavo y sus amigos para referirse a Doña Cleotilde, una mujer de edad que vive sola, con una vida personal misteriosa de la que lo único que conocen es que está profundamente enamorada de Ron Damón.
La química en pantalla entre ambos hacía que los sketches de sus personajes funcionaran a la perfección, tanto, que incluso hubo un intento de cancelación hacia el personaje de la Bruja del 71, debido a que este mostraba cierta obsesión por su vecino, lo que muchos calificaron como una representación del acoso hacia los hombres.
De ‘la chicharra’, al ‘chanfle’ y ‘el charrito’
Aunque su carrera en televisión siempre estuvo marcada por las participaciones que tuvo en las producciones de Roberto Gómez Bolaños, en el cine su carrera fue más extensa, participando en la interpretación de los personajes de Chespirito en las cintas que están fuera del universo de ‘El Chavo del Ocho’ como en ‘El Chanfle’, que tuvo dos entregas en el cine, y ‘El Charrito’, su última participación en cine para Gómez Bolaños.
Retirada de la televisión en 1980 y del cine en 1990, Angelines Fernández vivió en el año de 1988 uno de los más duros golpes de su vida, la muerte de su compañero Ramón Valdés.
Según muchos aseguran, ella fue la única compañera del elenco de ‘El Chavo del ocho’ que acudió al funeral en el que lloró amargamente sobre el ataúd por casi dos horas, una historia que confirmó Miguel Valdés, nieto del comediante a través de su cuenta de TikTok.
Como parte de su amor secreto hacia Ramón, Angelines Fernández pidió ser sepultada junto al comediante en el mismo panteón Mausoleos del Ángel de la Ciudad de México, en donde ahora ella estará siempre junto a su querido Roro.