Finalizó la sexta edición de la Feria de Arte MAPA, con más espacio, mejor ordenamiento del Pabellón 8 de La Rural, donde tuvo lugar, y una mayor calidad de las obras que los galeristas expositores llevaron.
Si algo deja claro MAPA es que sigue siendo una muy buena opción para los visitantes que quieren comenzar colecciones, saber más de arte y artistas, y conocer las ventajas de invertir en obras que son un activo valioso a futuro.
Las obras oscilaron entre 500 dólares, por ejemplo en el stand de ODA –María Laura San Martín ganó el hermoso anillo de plata como la mejor galerista de esta edición– hasta 12 mil dólares. El tapiz de Josefina Robirosa de este stand voló el primer día. La galerista estaba satisfecha tanto por la circulación de público, como por la posibilidad de llevar obras de excelente calidad que, quizá, en arteBA no resultaría seleccionada.
Por ejemplo, la “Ofrenda” de la serie Kutho, de Andrea Alkalay, una fotografía digital intervenida con oro de 24 kilates en forma manual. Las otras artistas de ODA en MAPA fueron Ángela Copello, José Marchi, Paloma Mejía, Paula Senderowicz, además de Alkalay y Robirosa.
Piezas extraordinarias
Hubo, además, piezas extraordinarias de consagrados cuya obra no se ve desde finales de los años 60. La galería Jacques Martínez tuvo como artista exclusivo a Gabriel Messil, fallecido muy joven. Entre 4 mil y 18 mil dólares se cotizaban las obras de Jacques Martínez. “Más allá de la geometría estas obras son fuera de serie. Estamos hablando de finales de los 60, donde nos encontramos con trabajos notables de César Paternosto, Ennio Iommi y otros. Muy joven, Messil ganó el Premio Braqué de Pintura”, dijo Clara Martínez.
El Museo Moderno de Buenos Aires tiene obra de este artista y cabe subrayar que la andadura del galardón comenzó en 1963 con la intención de rescatar la vanguardia estética de la Argentina.
Clara Martínez agregó: “Lo que más me interesa decir de MAPA es que venimos a esta Feria porque más que vender es muy importante tener un espacio de visibilidad. La única cuestión por analizar no debe ser si el comprador es más rico o menos rico, sino tener la posibilidad de hacer visibles a artistas como Messil, por ejemplo”.
Es cierto que, más allá del entusiasmo de los galeristas de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, además del vecino Uruguay y la hermosa ciudad costera de Cariló, hay todavía algunos galeristas “¿conservadores?” que insisten en que artistas tan valiosos no deberían estar en MAPA y sí en otras ferias. Pero el arte es arte dondequiera que se lo exhiba. Con ese criterio no debería existir el llamado Museo del Barrio, en el East Harlem, de Nueva York, que ha expuesto a artistas como Liliana Porter, por ejemplo.
Los galeristas consultados subrayaron, al unísono, que la relación de precio de stand y calidad de la Feria este año fue excelente. El promedio de los stands fue de 4.500 dólares y lo interesante es que, al ser menos galerías que en la edición 2023, se pudo circular sin dificultades, con más espacio para detenerse a mirar obras y el país “del interior” –representado por galerías de Córdoba, Santa Fe y Cariló– sorprendió con las piezas seleccionadas.
Precisamente Sasha Dávila, que integra el comité organizador de la Feria de Arte de Córdoba, tuvo varias instalaciones de Pablo Morgante y Berta Teglio, de quienes hará una inauguración el miércoles próximo en su galería de calle Ecuador al 400 en Buenos Aires.
Más que una feria
“Una Feria no es solo una exposición de obras. Es un proyecto, un proceso para mostrar a un artista y colaborar”. Para el experimentado galerista este año MAPA está mucho mejor en lo que más importa: calidad de las obras y de los artistas.
La galería Gachi Prieto llevó un grupo de cinco artistas que trabajan la pintura o el dibujo o la fotografía vinculadas al ámbito natural “o que vinculan la naturaleza con cierta ficcionalidad, algo más senstivo, más onírico. Es figuración, sí, pero no es literal”. Así encontramos cuadros con escenas del siglo XIX, por ejemplo la epidemia de la fiebre amarilla, pero intervenidas desde el presente. Allí está la obra de Manuel Aja Espil. Pero también Lula Mari, con influencias holandesas. Artistas jóvenes que ponen en tensión lo histórico y lo onírico.
Clarín Cultura le consultó a Gachi Prieto por esta edición de MAPA y dijo: “Este año está mucho más ordenada, más aireada, la planimetría de la Feria es clara. La obra se puede ver bien y hay una interesante heterogeneidad, porque hay distintas materialidades y distintas estéticas”. Las obras en su stand estaban entre 350 y 7000 dólares.
Y lo que Gachi Pietro dice se pudo apreciar, por caso, en el stand de Aura, de la cordobesa residente en Buenos Aires Agustina Roca, con trabajos artísticos de entre mil y 7 mil dólares. Durante años, Aura funcionó como una galería pop up vinculando escenas de Córdoba y Buenos Aires. Luego abrió en Recoleta su espacio de arte. En MAPA presentó dos artistas cordobesas, Martina Ponssa y Samanta Rched Abugauch, ambas pintoras y antípodas en su lenguaje y técnica.
Épocas y artistas
Las piezas presentadas en los distintos stands también pertenecían a distintos momentos históricos. Algunos consagrados como Gabriel Messil, de Jacques Martínez, o los más contemporáneos que se vieron en otros espacios como Sasha Dávila, muy bellos también.
Hubo leyendas como Benito Laren, arte pop, tapiz, pintura, fotografía, una diversidad que cada expositor eligió sin ninguna bajada de línea.
En MAPA hay, además, otra posibilidad que está ausente de las grandes ferias por razones logísticas: se puede conocer e interactuar con el artista. Por ejemplo, en Barraco, de Rosario (figuraba como Santa Fe), unas esculturas en piedra, barro y cerámica llamaban la atención.
Clarín Cultura se detuvo a observarlas y de inmediato, con mucho tacto, la artistas Chloe Henderson, creadora de las bellas piezas explicó su significado y su realización. Un lujo adicional del recorrido.
Mucho público se acercó el fin de semana y como resumió otro galerista: “Este año hubo arte a precios accesibles, muy buen arte y adecuado a distintos presupuestos”. Está claro que en la diversidad nos enriquecemos todos.