Muy agradecida, como se manifestó hoy, la escritora colombiana Piedad Bonnett obtuvo el XXIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, uno de los galardones más prestigiosos destinados al género. Emocionada por el reconocimiento, la poeta colombiana dijo que siempre se tiene la ilusión de ganar “pero es remoto y difícil; estoy muy feliz y muy agradecida con el jurado porque hay muchos nombres posibles en lengua española, tenemos poetas extraordinarios”, en diálogo con la agencia EFE.
Según el jurado que la eligió “su poesíaes accesible y ha sido capaz de convertir el dolor en arte. Es una voz actual de referencia en la poesía iberoamericana, con un trato elaborado del lenguaje que le permite acercarse a la experiencia vital con profundidad y belleza y a responder con humanidad a la tragedia de la vida».
El comité también destacó que “su poesía muestra una trayectoria sólida y orgánica, con gran coherencia en su obra poética”.
El conjunto de su obra
Nacida en Amalfi, Colombia, “un lugar hermoso, aislado y relativamente ilustrado, a ocho horas a caballo de Medellín, donde se podía llegar montando o en avioneta”. Bonnett, de 73 años, obtiene así un premio que reconoce el conjunto de su obra poética, su valor literario y constituye un aporte relevante al patrimonio cultural de toda Iberoamérica.
La poeta colombiana toma el testigo de Gioconda Belli, la poeta y narradora nicaragüense, despojada de su ciudadanía por la dictadura de Daniel Ortega y nacionalizada española, que obtuvo el premio en su anterior edición. Ha publicado ocho libros de poemas y varias antologías, además de novelas, obras de teatro y una desgarradora memoria sobre la muerte de su hijo Daniel titulado Lo que no tiene nombre.
En 1994 había obtenido el Premio Nacional de Poesía de Colombia con El hilo de los días. En 2011 ganó el Premio Casa de América con Explicaciones no pedidas, además de otras valiosas distinciones.
La gerente de Patrimonio Nacional, María Dolores Menéndez, ha anunciado el fallo del jurado destacando la poesía de Piedad Bonnett como “luminosa, aun cuando trata temas arduos, como el desamor, la guerra, la pérdida o el duelo”.
Al comentar hace un tiempo qué la condujo a escribir poesía, Bonnett explicaba que fue “la ruptura de la lógica que estremece, muchas veces un poema es una pregunta”.
Hija, nieta y hermana de maestros, narradora y poeta muy prolífica son muy destacados sus libros de poemas Las herencias, de 2008; El prestigio de la belleza, de 2010; Explicaciones no pedidas, de 2011; Poesía reunida, de 2015; Los habitados, de 2017; y Lo terrible es el borde. Antología poética, de 2021.
Un poema de Piedad Bonnett, de su obra Poesía reunida, de 2015.
Los viejos
En la quietud de los muelles al atardecer, / en infinitas habitaciones donde el sol es una serpiente clandestina, / en bancos que blanquean la noche de los parques, / duermen su eterno insomnio / buscando un rostro suyo que olvidaron, / tanteando el porvenir, / siempre a la espera.