En Como agua sobre piedra. Ecopoéticas del ambiente el curador Daniel Fischer se embarcó en la tarea de entablar un diálogo entre los artistas Josefina Robirosa y Nicolás García Uriburu, cuyas carreras artísticas circularon en paralelo, pero fueron atravesadas por distintos movimientos y soportes. Fischer invita al diálogo, mientras que queda en manos del visitante encontrar narrativas entre los cuadros de Robirosa y los muebles intervenidos de García Uriburu.

La galerista Laura San Martín, al frente de Oda, visitó la sede de la Fundación García Uriburu y se encontró con las obras de la serie Víctimas y victimarios, muebles en color verde brillante atravesados por hachas y sierras, un gesto del artista que buscaba denunciar que el árbol dejó de existir por la intervención del hombre. «Los asocié de manera bastante automática a los bosques de Josefina Rovirosa, que me parecía que, si bien no se pueden asociar mucho en cuanto a su trayectoria o en sus tendencias, si pueden armar un lindo diálogo”, comentó durante la inauguración de la muestra.

Víctimas y victimarios fue una serie que el artista comenzó en 1996 y realizó a lo largo de varios años hasta su muerte en 2016. Son escritorios, sillas, aparadores de las que brotan espinas y están atravesados por hachas, hojas de sierras automáticas y cuchillos. Se complementa con las columnas en rojo, verde y naranja brillantes cuya pintura parece haber sufrido el paso del tiempo y de las cuales también emergen espinas.

Por su parte, Robirosa realizó ‘la serie de los bosques’, tal se la conoce, desde mediados de los 70. Son obras realizadas con óleo, con abundancia de colores pasteles – algunas composiciones recuerdan a los paisajes del pintor francés del rococó Antoine Watteau – en las cuales a base de dominar el uso del color consigue perspectivas en composiciones que rozan la abstracción. En algunas obras los colores se arremolinan y se vuelven oscuros hasta formar tramas y anidarse; en otras los destellos de naranja y rojo surgen como pequeños focos de fuego.

El curador de la muestra, Daniel Fischer. Foto gentileza ODAEl curador de la muestra, Daniel Fischer. Foto gentileza ODA

A este material Fischer le sumó algunos ombúes, presentes a lo largo de toda la carrera de García Uriburu, y las obras en las que Robirosa incluye siluetas de figuras humanas vinculadas a la serie de trabajos sobre terapia y psicoanálisis. En concreto, Oda exhibe pinturas, dibujos, textiles y esculturas de ambos referentes del arte argentino.

“La selección de obras apunta a mostrar trabajos que involucran una relación estrecha e íntima con el pensamiento del arte medioambiental o arte verde. Este es un arte que denuncia las acciones que degradan nuestro entorno y la falta de conciencia sobre la vida y los derechos de los seres con los que coexistimos como Víctimas y victimarios, Víctimas y memoria de 1997 de Uriburu o Todos los fuegos y el fuego I, de la serie Señales, de los 90 de Robirosa”, sostiene Fischer en el texto que acompaña la muestra.

El giro literario

“Cuando conocí la galería hace dos años vi una primera obra de Josefina, que creo que pocos conocen, que son esas piedras sobre nubes y automáticamente dije ‘Pizarnik’”, comenta el curador. El cuadro al que refiere Fischer se exhibe de forma permanente en el espacio ubicado en el barrio de Recoleta; pese a no guardar vínculo con el resto de las obras fue el puntapié para la muestra.

Josefina Robirosa y Nicolas García Uriburu en ODA. Foto gentileza galeríaJosefina Robirosa y Nicolas García Uriburu en ODA. Foto gentileza galería

‘COMO AGUA SOBRE UNA PIEDRA / a quien retorna en busca de su antiguo buscar / la noche se le cierra como agua sobre una piedra / como aire sobre un pájaro / como se cierran dos cuerpos al amarse’. El poema de Alejandra Pizarnik estampado en una de las paredes parece describir a estos artistas que reunió Oda. “Está pensado como dos personas que caminan con cierta distancia y de repente encuentran algo que tienen en común”, comenta Fischer.

A la obvia referencia de Robirosa a Julio Cortazar en su obra Todos los fuegos, el fuego I, el curador encuentra otro vínculo literario a su selección. “Aunque la muestra tiene esta cosa bien arriba, que vemos bien fulgurosa y potente, como Pizarnik, está cargada de soledad. En las imágenes no hay casi humanos; cuando los hay, como en la serie del psicoanálisis (N.d.R, las obras de Robirosa) , aparecen como cuerpos de un paisaje que se conectan. Ahí se abre como otra lógica: pensar en el paisaje ya como pensamos en la contemporaneidad, no un paisaje que tiene que ver con lo supuestamente natural y ambiente, sino con el paisaje social y las relaciones”, explica.

Obra de la serie Víctimas y victimarios de Nicolás García Uriburu. Foto gentileza ODA.Obra de la serie Víctimas y victimarios de Nicolás García Uriburu. Foto gentileza ODA.

El montaje se complementa con el diseño de franjas onduladas en distintos tonos de verdes volcado sobre las paredes. Recuerdan a las coloraciones que García Uriburu realizó en distintos ríos y canales, siendo el de Venecia el primero y el más recordado.

“Aun cuando Uriburu fuera uno de los más relevantes artistas, al igual que Josefina, hay piezas que todavía no son socialmente instaladas en la memoria del arte argentino, por lo tanto siguen siendo como novedosas”, sostiene el curador.

Como agua sobre piedra. Ecopoéticas del ambiente, de Josefina Robirosa y Nicolás García Uriburu podrá visitarse desde el 15 de noviembre al 13 de diciembre, de lunes a viernes, de 15 a 19 horas en Oda, Paraná 759, 1° piso.