En el cruce de las avenidas Bunge y Del Mar, con el mar de fondo como paisaje privilegiado, se emplaza una escultura site specific que desde 2008 es referencia de Pinamar como ciudad jardín, tal y como fue concebida por su fundador, el arquitecto Jorge Bunge, quien la urbanizó siguiendo la topografía de aquel espacio agreste, a casi 350 km de Buenos Aires, sobre el Atlántico.

Se trata de «Dibujando Espacios», de Raúl “Pájaro” Gómez. Tiene un eje vertical de 9,20 m sostenido sobre dos transversales móviles. Punto de encuentro, camino al mar, tanto puede ser un pájaro en vuelo, un velero, un molino o un barrilete. La imaginación hará el resto.

Cuando la emplazó, Pájaro Gómez dijo que de algún modo su obra es un homenaje a los pioneros que llegaron a Pinamar. Sobre ese paisaje agreste de arena y mar, la ciudad jardín fundada por Bunge, cuyos herederos continúan la tradición, crece a paso sostenido. Y no solo en población (60 mil habitantes permanentes), en desarrollos inmobiliarios y en oferta turística. Crece la presencia del arte en los espacios públicos y su oferta cultural en temporada veraniega (recibe más de 1,5 millón de turistas) y fuera de ella. El legado que encarna hoy la familia Shaw, heredera de Bunge, es preservar ese perfil de ciudad, diferente a sus vecinas de la costa atlántica.

“Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León, se quedó con la primera edición del Premio Pinamar #2254. Foto: gentileza Fundación arteba y Pinamar S.A.“Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León, se quedó con la primera edición del Premio Pinamar #2254. Foto: gentileza Fundación arteba y Pinamar S.A.

La proyección de un sueño

Aquella escultura que parece moverse en todas las direcciones, como la vida misma, fue la proyección de un sueño que lleva años de esfuerzo, trabajo, inversión financiera y preservación. Hoy, en espacios públicos hay 79 esculturas repartidas en Links Pinamar, en el Parque Escultòrico de la ciudad, en distintos puntos del bosque (un privilegio de esta ciudad) y en el exterior del Hotel Playas Art, que la gente puede recorrer sin necesidad de alojarse allí. Son obras de una belleza y una concepción extraordinarias.

Para fortalecer ese vínculo del arte con la ciudad, este año durante la edición de arteba se dio a conocer el primer Premio Pinamar #2254. Fundación arteba y Pinamar S.A. invitaron esta semana a un grupo de curadores, gestores culturales, artistas, jurados y periodistas a conocer el work in progress de “Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León. El premio tiene como objetivo propiciar la exploración del vínculo entre el arte contemporáneo, la naturaleza y el urbanismo. El proyecto cuenta con la curaduría de Solana Molina Viamonte.

“Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León, se quedó con la primera edición del Premio Pinamar #2254. Foto: gentileza Fundación arteba y Pinamar S.A.“Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León, se quedó con la primera edición del Premio Pinamar #2254. Foto: gentileza Fundación arteba y Pinamar S.A.

El jurado estuvo compuesto por el artista Eduardo Basualdo, la curadora y crítica de arte Florencia Batitti, el arquitecto y urbanista Martín Bodas, la artista y docente Mónica Girón y el director ejecutivo de Pinamar S.A. Enrique Shaw.

Conversando con los jurados, antes de conocer la obra situada en el vivero forestal, un espacio encantado donde se cultivan pinos, acacias y otras especies pampeanas que alimentan el “sotobosque” que acompañará al bosque de pinos de la ciudad, Donjo León ha montado una obra conmovedora, por su intenso trabajo y su reflexión.

En una especie de casita con una amplia sonrisa, que tanto puede dar la bienvenida a los visitantes como despedirse del planeta tal y como lo hemos disfrutado antes del cambio climático, el artista ubicó un tronco –todavía verde- de pino sobre el cual caerá agua cuando la obra esté concluida. Asistimos a un work in progress que será inaugurado oficialmente a finales de enero, en plena temporada veraniega.

No obstante, dentro del café y restó del vivero, acogedor y pequeño, está la “maqueta” de la obra. Nos cuenta Mónica Girón, que como jurado se ha ganado fama de minuciosa y detallista, que las maquetas presentadas fueron dos “porque Donjo es un artista del hacer. El trabaja haciendo. No hace bocetos”. Eso lo convierte en un artista que se completa con otros quehaceres. Para la casita se necesita ser un artesano de la carpintería y a su vez, para proyectar “Albor de árbol”, es imprescindible la imaginación de un creador.

Llegamos al vivero forestal con una temperatura bastante invernal a escasos días del inicio del verano. Es un espacio vasto, con arena y mucho verde, a la vera del bosque. En un lago creado artificialmente luce una escultura de Ponciano Cárdenas. Al costado se levanta la escultura de Donjo León con la sonrisa iluminada. Al fondo el café y a la izquierda el vivero donde se cultivan pinos diminutos y especies de árboles que alimentarán ese bosque que hace famosa a Pinamar.

“Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León, se quedó con la primera edición del Premio Pinamar #2254. Foto: gentileza Fundación arteba y Pinamar S.A.“Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León, se quedó con la primera edición del Premio Pinamar #2254. Foto: gentileza Fundación arteba y Pinamar S.A.

Hablamos con el artista: “Trabajo con materiales orgánicos y no tan orgánicos. Las sales, los óxidos, trabajo con materiales que el agua transforma y que tienen su proceso de cambio. La sonrisa es como una bienvenida al vivero y también como un contrapunto de lo que está pasando en la obra. Es un tronco que se está descomponiendo y hay que ver como se toma cada uno este tipo de transformación. Cuando la obra esté terminada el agua va a caer sobre el tronco, no todo el tiempo, pero le irán creciendo musgos, líquenes, helechos, setas y el tronco se va desarmando. Es un tronco todavía verde, de modo que con el paso del tiempo, ese proceso ocurrirá, y terminará deshaciéndose. Allí comenzará otro proceso con otro tronco”.

¿Cómo será el proceso de caída del agua sobre el tronco?, le preguntamos al artista, pues la “casita” aún está en pleno proceso de armado.

“No va a caer desde arriba. Al principio estaba diseñado como un recolector de agua, pero el uso del agua en Pinamar es distinto. El recolector tendría sentido en un lugar donde no tenés tanto acceso al agua. Acá están las lentejas de agua debajo de la arena y todo el vivero funciona así. El agua se toma debajo de la arena, vuelve a filtrarse hacia allí y es un ciclo natural”.

“Albor de árbol” es en sí un invernadero hermético recubierto de madera de pino, que a su vez contiene y exhibe un tronco de pino de aproximadamente tres metros de longitud. El techo de esta estructura remite a la forma de un hongo, haciendo hincapié en la función que el mismo tiene en la vida en el bosque.

Por ahora no está cerrado y se puede observar el tronco, su verdor, instalado sobre una gran batea de material. El interior está recubierto de azulejos negros. Tiene un sistema que bombea el agua de esas lentejas que están bajo la arena y el tronco acaba regado por aspersión.

“Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León, se quedó con la primera edición del Premio Pinamar #2254. Foto: gentileza Fundación arteba y Pinamar S.A.“Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León, se quedó con la primera edición del Premio Pinamar #2254. Foto: gentileza Fundación arteba y Pinamar S.A.

Arte, naturaleza y ciencia

Cuando el espacio del tronco esté cerrado con una cubierta de acrílico generará un ambiente húmedo donde se dará ese deslumbrante proceso de vida y muerte. Nacerán líquenes, setas, hongos, musgos que a su vez descompondrán el tronco con el transcurso del tiempo. ¿Meses? ¿Años? Donjo León apuesta a “años”. El agua no se desaprovecha porque vuelve a filtrarse a la arena y de allí a las lentejas de agua.

Así como el vivero reproduce los pinos desde la «nursery», probando incluso su convivencia con otras especies, hasta llegar a su adultez, este ambiente pone la lupa sobre otro aspecto del ciclo de la vida, exhibiendo su proceso de transformación que consiste en la putrefacción y la desintegración para volver a fundirse con la tierra y alimentar de nuevo al ecosistema tan cambiante en nuestro tiempo.

“Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León, se quedó con la primera edición del Premio Pinamar #2254. Foto: gentileza Fundación arteba y Pinamar S.A.“Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León, se quedó con la primera edición del Premio Pinamar #2254. Foto: gentileza Fundación arteba y Pinamar S.A.

La obra no solo pone de relieve la fusión del arte y la naturaleza, sino que nos mueve a reflexionar sobre el ciclo de la vida, incluidos nosotros como seres humanos. Todo muta, cambia, termina y recomienza.

El bosque, hacia donde uno mira, está presente. La obra de León empuja estos acontecimiento biológicos y químicos, casi siempre impulsados por el agua, tan vital para la vida. El artista mismo nos lo cuenta porque le entusiasma el poder transformador del agua sobre los materiales.

El premio otorgado por Fundación arteba y Pinamar S.A. es un gran aliciente para un artista constante, capaz de producir una alquimia sorprendente, porque lo que crea tiene una armonía con su entorno y construye también un sentido muy poético. “Me atrae trabajar con este método, elevar esos eventos físico-químicos que suelen pasar desapercibidos, a un dispositivo de exhibición en el que se los puede apreciar», dice el artista.

Los trabajos de Donjo León sintetizan siempre ese vínculo entre arte, naturaleza y ciencia. Desde su taller presenta siempre obras selladas que de algún modo contienen esos procesos naturales, a los que podemos asomarnos a través de una abertura transparente. Es impactante ver el equilibrio que la naturaleza genera.

“Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León, se quedó con la primera edición del Premio Pinamar #2254. Foto: gentileza Fundación arteba y Pinamar S.A.“Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León, se quedó con la primera edición del Premio Pinamar #2254. Foto: gentileza Fundación arteba y Pinamar S.A.

León señala como un elemento nuevo en su trabajo, con impacto en su obra, el trabajo en equipo. “Hay equipos de realizadores construyendo la obra junto conmigo y el uso de nuevos materiales: cemento, ladrillos, azulejos. También es mi primera obra para un espacio público, de lo cual me entusiasma la llegada a personas no tan afines a los espacios tradicionales del arte, que el público sea mucho más diverso».

Precisamente, la dinámica que tendrá la inauguración al público a fines de enero próximo está por determinarse todavía. El vivero forestal no está abierto todavía, pero sí en proceso de insertarse en el entorno artístico de Pinamar, donde el arte, la arquitectura, el diseño y la naturaleza se fusionan como una experiencia única.

Arteba ya hizo pública la fecha de la próxima edición de su tradicional Feria de invierno. Será de nuevo en Costa Salguero, entre el viernes 29 y el domingo 31 de Agosto, con pre-inauguraciones por invitación los días 27 y 28. Es el único dato disponible por ahora.

¿Qué es el PEP?

La pre-inauguracion de la pieza de Donjo León no fue el único contacto con el arte en Pinamar. Tuvimos ocasión de visitar el Parque Escultórico de la ciudad (PEP), uno de los emprendimientos públicos de Pinamar S.A. de la familia Shaw que tiene en Links Pinamar una exhibición pública permanente de notables artistas.

“Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León, se quedó con la primera edición del Premio Pinamar #2254. Foto: gentileza Fundación arteba y Pinamar S.A.“Albor del árbol”, la magnífica pieza del artista Donjo León, se quedó con la primera edición del Premio Pinamar #2254. Foto: gentileza Fundación arteba y Pinamar S.A.

Hay un recorrido cultural que comienza con la escultura de Alberto Bastón Díaz, “Permanencia de un sueño”, y culmina tras 12 postas en el “Vivero Pinamar”, donde se aloja hoy el “Albor del árbol”, de León.

El Programa de Arte Público de Pinamar S.A. imagina la ciudad como un espacio en el que el arte y el paisaje se entrelazan de manera única. En el corazón de esta iniciativa se encuentra el Parque Escultórico Pinamar (PEP). Las esculturas son de 47 artistas destacados y hay que señalar la belleza y el trabajo combinado de arte y paisajismo que pone de relieve las obras en un contexto privilegiado.

Entre otras hay obras de Antonio Sassone, Ruben Locaso, Leo Vinci, Ricardo Carpani, Camilo Guinot (una destacable belleza en ramas desechadas), Jorge Gamarra, Mariana Schapiro, Gyula Kosice y otros. Un dato no menor: salvo una escultura que soportó un graffiti, las obras en los espacios públicos no han sido vandalizadas aun cuando no tienen protección.