Mirtha Legrand hizo su último programa de televisión el domingo 15 de marzo y decidió priorizar su salud y entrar en cuarentena. A lo largo de estos casi 200 días, la cumplió de manera estricta, sin salir a la vía pública ni recibir visitas en su casa.
En este tiempo, la diva perdió a su gemela Goldy. El triste hecho ocurrió el 1 de mayo y la conductora no pudo despedirla por las medidas de aislamiento que regían en aquel entonces. Los meses siguientes Juanita Viale, su nieta, se fue asentando como su reemplazante en la conducción de sus dos programas de El Trece -La Noche de Mirtha y Almorzando con Mirtha Legrand-.
Poco después de aquellas declaraciones, la familia volvió a sufrir una desgracia con la muerte de Marcos Gastaldi, el marido de Marcela Tinayre. Mirtha sintió mucho dolor con la perdida de su yerno.
Pasó el tiempo, y ahora el miércoles pasado se animó a subirse a su auto, manejado por su chofer desde hace años, Marcelo, y se dirigió al oculista y al dentista. Esta información la aportó Guido Záffora en Intrusos y, a raíz de este dato, Teleshow se puso en contacto con Mirtha, quien aporto más detalles de su salida.
“Sí, fui al dentista y al oculista. Fue una sensación muy rara salir de casa después de tantos meses. Mientras iba en el auto me llamó la atención la cantidad de gente con barbijo: el uso es total, también en los jóvenes”, señaló Mirtha.
La diva, además, contó una simpática anécdota sobre su salida: “Cuando bajé del auto la gente me miraba. Con el tapabocas puesto la gente dudaba si era yo o no, pero era solo por un instante; enseguida reaccionaban y me reconocían”. Coqueta, indicó: “Mis ojos son identificables, es lo que más conoce el público de mí. Tantos años viéndolos, no hay barbijo que pueda con ellos”, finalizó la diva máxima, contenta por su primera salida en medio de la cuarentena.