Siempre he querido pilotar un caza X-Wing y surcar las estrellas a toda velocidad, así que este Star Wars: Squadrons se situó en mi punto de mira desde el primer momento. Ahora, tras un buen puñado de horas de vuelo a mis espaldas, puedo decir que el título de EA ofrece la experiencia más cercana posible a lo que buscaba, aunque no es un juego totalmente redondo.
Creo que Star Wars: Squadrons puede gustar tanto a los que vayan buscando una experiencia arcade como a los que gusten de la simulación. Que ya es raro hablar de simulación cuando las naves no existen, pero eh. Digamos que la balanza se inclina un poco hacia la parte más de simulador, simplemente por la enorme cantidad de opciones que ofrece cada nave, pero no llega a abrumar como para asustar a los que busquen un poco de acción más directa.
Teniendo esto claro, hay otros dos puntos que conviene tener en cuenta desde el principio. Por un lado tenemos que Star Wars: Squadrons es un juego pensado para el multijugador, y por el otro se nota que se ha diseñado con la Realidad Virtual como prioridad, lo cual es interesante por un lado y algo decepcionante por el otro. Os lo cuento.
Star Wars: Squadrons y su modo historia
Decía antes que Star Wars: Squadrons está principalmente enfocado al multijugador, aunque eso no le impide ofrecer su propio modo historia. En él vamos a poder conocer a un puñado de personajes, aprender a pilotar un montón de vales distintas y llevar a cabo multitud de misiones de todo tipo. Digamos que es como una especie de megatutorial para que cuando llegues al multijugador estés preparado para la que te va a caer encima.
El argumento es bastante olvidable, la verdad, y a la que te has tragado unas cuantas conversaciones y ves por dónde va la cosa las acabas pasando. Salvo que quieras escuchar todas las charlas de ascensor que tienen preparadas muchos de los personajes por lo que sea, al final lo interesante sucede cuando estás dentro de la nave pegando tiros, no durante los informes previos a las misiones.
Y ahí, fuera de las naves, es donde el diseño del juego con la Realidad Virtual como base se convierte en un lastre. Si Star Wars: Squadrons se hubiera vendido como un juego para la RV lo entendería, pero si no me falla la memoria se ha vendido como un juego que, además, puede usarse con un casco de RV. La realidad es que todos esos momentos previos a las misiones, donde podemos visitar hangares y salas de reunión, son la peor parte. Para moverse entre ellos hay que seleccionar el punto al que queremos dirigirnos y pulsar un botón, tras lo cual nos habremos trasladado allí por arte de magia…
La única libertad que ofrece la cámara es para mirar hacia donde queramos, pero no hay un personaje con el que podamos movernos a nuestro antojo y recorrer estancias libremente. Hay puntos fijos a los que trasladarse pulsando un botoncito, algo totalmente propio y adecuado para la Realidad Virtual, pero que para la mayoría de jugadores que no van a usar un casco se queda en una experiencia bastante pobre.
Eso, sumado a que para entrar en las naves y salir de misión hay ocasiones en las que el juego te obliga a hablar con muchos personajes, hace que todos estos momentos sean todavía más pesados.
Quizás la parte más interesante de la historia es que se narra desde dos puntos de vista, el del Imperio Galáctico y el de la Nueva República, con lo cual las misiones nos permitirán pilotar un buen puñado de naves y conocer las motivaciones de cada bando. El que se salte las conversaciones de las que hablaba antes quizás se acabe perdiendo algún que otro detalle más o menos interesante, claro, pero durante las misiones también hay muchas conversaciones por radio que dan contexto a la situación. Y no hace falta mucho más.
Lo mejor, claro, es pilotar cazas por el espacio
El interior de las naves está recreado con todo lujo de detalles. Cada cabina tiene sus propios mandos y, como decía al principio, lo cierto es que el manejo de estos trastos, tanto los de un bando como los del otro, es bastante profundo. Ofrece la complejidad suficiente como para hacerte sentir un verdadero piloto a sus mandos, aportando así un mayor realismo, a la vez que distintas opciones fáciles de aprender. Cualquiera se verá en poco rato esquivando y derrapando por el espacio sin que le exploten los sesos por haber tenido que estudiar en exceso.
La sensación de control sobre todo lo que puede hacer una nave es alucinante. Y claro, aquí es donde la Realidad Virtual saca a relucir su mejor cara. Poder girar la cabeza dentro de la cabina para ver a tus compañeros en formación es lo que todo fan de Star Wars ha querido hacer siempre. Otro sueño cumplido.
A las pocas horas de vuelo ya sabrás darle más energía a los escudos y potenciarlos en la parte trasera para evitar a los pesados que te persiguen, pegar un acelerón, derrapar y ponerte de cara para, ahora sí, cambiar la potencia de los escudos a las armas y acabar con el enemigo. Hay muchas combinaciones y, como cada nave de cada bando es distinta y personalizable, es fácil sentirse como un verdadero piloto en el espacio.
El multijugador es el corazón del juego, aunque se queda corto
A Star Wars: Squadrons hemos venido a pilotar y la experiencia más satisfactoria la vamos a encontrar en su multijugador, sin duda. Hay misiones en la historia que están realmente bien y son muy divertidas con sus distintas fases, sus objetivos secundarios y el salto entre un bando y otro, pero al final esto se aguanta de verdad si hay un multi al que volver una y otra vez.
Y lo hay, aunque a nivel de modos se queda cortísimo. Solo hay dos, básicamente: el modo Refriega, muy directo y con enfrentamientos de 5v5 en el que gana el equipo que primero consiga abatir 30 naves, y el modo Batalla de Flotas, donde hay que mantener alta la moral del equipo mediante el derribo de enemigos y entra en juego un componente algo más estratégico.
Esto, sumado a que sólo hay seis mapas distintos, algunos de ellos no demasiado inspirados, hacen que todo el peso recaiga en las ganas que uno tenga de meterse en la nave y ser piloto por unas horas sin tener en cuenta el resto más que en una buena y variada oferta de modos y mapas.
Donde sí hay mucho contenido es en toda la parte de personalización. Las partidas otorgan experiencia, y cada nuevo nivel que subamos nos dará distintos materiales que podremos usar como moneda para comprar lo que queramos y tunear las naves a nuestro gusto. Podemos escoger el tipo de casco para la nave, sus armas, el color y otros adornos, incluso elementos decorativos para el interior. También podremos ir personalizando al piloto con diversas especies a nuestro alcance y otros detalles para que cada cual elija quién quiere ser en la galaxia.
La opinión de VidaExtra
Star Wars: Squadrons es un buen juego de naves, sin más. Lo cual no es poco, claro, pero no llega a ser un juego especialmente destacable. Los enfrentamientos y la sensación de estar pilotando un X-Wing, un Caza TIE o cualquiera de las muchas naves a nuestro alcance es excelente, sobre todo en realidad virtual para el que quiera el mayor grado de realismo.
Una lástima que el modo historia esté planteado de la forma en que lo está, con todas las restricciones que un sistema pensado principalmente para la RV impone a todos los jugadores, y que el multijugador haya llegado con lo justo. No tiene microtransacciones, bien ahí, y está por ver cómo crece con el paso del tiempo. Si acaban llegando nuevos modos y mapas que le den un poco de variedad al multi, serán más que bienvenidos.
Star Wars: Squadrons
Plataformas | PC, PS4 (versión analizada), Xbox One |
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Multijugador | Sí |
Desarrollador | Motive Studios |
Compañía | EA |
Lanzamiento | 02 de octubre de 2020 |
Precio | 40,99 euros |
Lo mejor
- La sensación de ser un piloto de Star Wars
- Poder pilotar un X-Wing y un TIE Fighter
- El grado de personalización de las naves
Lo peor
- El argumento es bastante olvidable
- El multijugador tiene pocos modos y mapas