Sorprende saber que Blanca Oteyza está en Buenos Aires. En el teatro integró el numeroso elenco de La gran ilusión de David Amitín (1991), en el Cervantes. Luego llegaron los éxitos con su ex marido, Miguel Ángel Solá, como El diario de Adán y Eva, desde 1996 cumpliendo varias temporadas. 

Confiesa: “Fue una locura venir en plena pandemia. Hace un tiempo que quería volver, pero se me complicaba por el virus. Hasta que después de un año de estar peleándola pude llegar. Quiero construir un puente entre Argentina y España, algo que había iniciado con Miguel (Ángel Solá). Ahora estoy con varias propuestas. Me encontré con productores de teatro y directores de castings, para hacer ficciones. Quiero presentar Yocasta de Héctor Levy-Daniel dirigida por Pablo Razuk, en el elenco estaría Daniel Freire y Vuelo postergado de Daniel Botti, con Nora Zinski. Mi idea es estrenarlas en Madrid, incluso en el Festival de Mérida. Me reuní con Lino Patalano”. 

Se la suele presentar como intérprete, directora y productora. Confiesa: “Actriz, siempre, directora porque en España me empezaron a convocar para dirigir. Con Ensayo abierto (2014) inauguré el teatro El Castillo, en Villafranca de la Cañada. Después me llamaron para hacer la adaptación de La Traviata para el teatro. Me atreví y funcionó estupendamente. Ahora vuelvo a reestrenar Cuidados intensivos en Madrid. Con el espectáculo Tiza que también dirigí vamos por el cuarto año. En España se empezó con un 40% de butacas y ahora estamos con 80%. No hubo contagios en las plateas. La primera salida desde los geriátricos, una vez vacunados, fue a los teatros. Fue emocionante. Noto que hay más público en los teatros que en los cines. Me parece que la gente necesita ver carne y hueso y está cansada de las pantallas. Los cines allí solo se abren los fines de semana, mientras que nosotros hacemos funciones desde los jueves”.

La llamaron para grabar una participación en la sexta temporada de La casa de papel. Cuando se le pregunta por su actividad docente explica: “Trasmitir la experiencia siempre me llamó la atención. Tengo mucho enganche con los jóvenes y también necesité reinventarme en un momento de mi vida”. 

Subraya: “A la mujer argentina siempre la vi muy valiente. Al no vivir ahora aquí puedo hablar de cómo se ve desde afuera. Socialmente y en la política tuvieron una presencia mucho más fuerte que la española. Tengo en cuenta a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que dieron vuelta al mundo. Pero ¡lo que les ha costado la ley del aborto!”.

Vivió ocho años en Argentina. Asegura: “Extrañaba el cariño que trasmitís. Tiene que ver con la manera de ser que ustedes tienen. Con los argentinos tengo un imán”., no los busco, pero estoy rodeada de esta nacionalidad en mi escuela. Pasé aquí años muy importantes en mi vida. Tuve a mi primera hija, mi matrimonio y no me he vuelto a casar. Conseguí un lugar, volví y no me han faltado manos tendidas. Estoy muy agradecida a la Argentina y siempre lo estaré. Son momentos muy difíciles. Hay que seguir apostando por la vida”.

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