Los videojuegos son una pieza clave en el cada vez mayor legado de Dragon Ball: ningún otro medio ha desplegado tanto y tan bien el universo originalmente imaginado Akira Toriyama, aportando nuevos matices -y transformaciones- a los archiconocidos héroes y villanos y, en el proceso, permitiéndonos tomar parte en apoteósicos combates por todo el universo. Algo que Dragon Ball Legends logra con una sencillez magistral y un extra fanservice.

A través de las consolas, móviles y sistemas y escritorio hemos vivido la emoción de Dragon Ball a través de todo tipo de experiencias. Desde la salvaje lucha de DB FighterZ arcade hasta el RPG de DBZ: Kakarot, pasando por los tradicionales juegos de cartas de SDB: HEROES. Y pese a que cada experiencia es única, el juego de Dimps para iOS y Android, capta lo mejor de todas para darle énfasis a sus protagonistas y, en el proceso, reduce todos los trámites a simples gestos en pantalla. El resultado: un juego tan espectacular como adictivo.

Porque ningún otro juego basado en el manganime de culto iguala la forma en la que Dragon Ball Legends da forma a la respuesta de Goku a Vegeta durante la invasión saiyan: con la suficiente dedicación y entrenamiento, hasta los guerreros de menor rango pueden vencer a la élite. Aunque, claro, el sistema de gatcha del juego de Bandai Namco y su formato de free-to-play ofrecen atajos a quien desee ahorrarse el camino largo.

Tres años después de su lanzamiento, Dragon Ball Legends sigue creciendo en todos y cada uno de sus aspectos. En contenidos, desde luego, pero también en su modo de abordar las historias conocidas y crear otras a medida a través de modos, actividades, eventos y, sobre todo, en una comunidad de jugadores que compite y colabora para llevar a Goku, Vegeta, Broly y compañía más allá de sus límites.

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Y, sin embargo, Dragon Ball Legends no es la historia de los archiconocidos héroes que nacieron en las páginas del Shonen Jump, la serie animada o las películas, sino la de un saiyan desconocido y con un misterioso pasado que, por cierto, fue creado por el propio Akira Toriyama.

Shallot, el misterioso saiyan que vino del pasado para luchar en el Torneo del Tiempo

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Dos fuerzas centelleantes generan descomunales explosiones en el cielo que hacen temblar el planeta. Una de ellas es Son Goku, un saiyan con un incombustible espíritu de lucha. El otro es Broly, una montaña de músculos cegada por su propia capacidad de destrucción. Ambos resuelven sus diferencias y destruyen el paisaje que les rodea sin ser conscientes de que no muy lejos de allí, un tercer guerrero del espacio recobra el sentido tras un largo viaje.

Shallot despierta en el planeta Tierra recordando únicamente su nombre. Su propia figura delata a la legua su naturaleza saiyan: su pelo erizado y oscuro, su cola de mono y, por si eso no fuera suficiente, su armadura propia del Planeta Sadala, el mundo originario de la estirpe de guerreros. Un uniforme de combate que infundió el respeto por el cosmos y que, por cierto, dejó de verse muchos años atrás. Más concretamente, cuando la élite saiyan comenzó a conquistar mundos para el ejército del emperador Cold.

Casualidad o no, el primer aliado de Shallot es alguien bastante acostumbrado a moverse por el espacio y el tiempo: Trunks, el joven que vino del futuro, unirá fuerzas con el misterioso saiyan y, junto a Goku, intentarán noquear a un Broly absolutamente desatado. Aquella batalla, la más brutal jamás librada por el misterioso saiyan, será solo el comienzo.

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La trama argumental de Dragon Ball Legends parte del Año 780 de la cronología del Dragon World de Toriyama, con lo que inicialmente nos traslada directamente a los acontecimientos posteriores al Torneo de Poder de los universos. Dicho lo cual, a través del personaje de Shallot realizaremos toda clase de viajes a través del espacio y el tiempo. Reviviendo  de manera original algunas de las batallas más espectaculares de Dragon Ball y tomando parte en otras jamás contadas.

A priori, el concepto argumental de Dragon Ball Legends es muy parecido al de Dragon Ball Xenoverse y Dragon Ball Online, aunque sin introducir los conceptos e historias de la Patrulla del Tiempo de Trunks: en esta ocasión, el jugador participará en un evento único conocido como el Torneo del Tiempo. Y eso significa que aliados y enemigos del pasado, del presente, de un futuro alternativo y de más allá del universo conocido volverán a colisionar en impresionantes batallas.

Y lo mejor de todo es que en Dragon Ball Legends podremos unir fuerzas con lo mejor, lo peor y lo más inesperado del Dragon World. Incluyendo al pequeño y alegre Son Goku de sus primeras aventuras, a los Dioses de la Destrucción o a los personajes de Dragon Ball GT. Eso sí, como dijimos al principio, lo que marcará la diferencia en los combates no es el color del aura de nuestra transformación, sino lo mucho que hayamos entrenado a nuestro personaje.

Toda la emoción del manganime en un explosivo juego para móviles

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Encajar Dragon Ball Legends dentro de un único género es muy complicado. Al final, todo acaba girando en torno a los combates por equipos, pero el peso de las mejoras, las estadísticas, la progresión y las cartas aleatorias durante el desarrollo de estos convierten las partidas en algo muy singular, De este modo, quizás lo más acertado sería decir que se trata de un título de lucha y RPG.

Con eso establecido, a lo largo de la historia creada para la ocasión, de los eventos temporales o permanentes y de los modos de Jugador contra Jugador se nos invita a resolver toda clase de batallas, pero el verdadero impulso del juego es la obtención y mejora de personajes.

Para ello, como en tantos juegos para móviles (desde Genshin Impact a Mario Kart Tour) se nos ofrece un sistema de gacha en el que podremos invocar nuevas cartas de héroes y villanos de diferentes características y rarezas, así como mejorar las que ya tenemos a base de acumular repetidas. Dicho lo cual, y como puedes ver justo abajo, las ilustraciones de las cartas son espectaculares y los efectos de animación una pasada.

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En lo referente a los combates, el sistema se podría decir que es una versión muy simplificada del visto en juegos como Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi y Dragon Ball FighterZ, podemos movernos libremente en escenarios  tridimensionales, así como luchar y hacer relevos en equipos de tres, teniendo acceso a esquives, desapariciones, proyectiles, cañonazos y espectaculares ataques meteóricos.

En lo visual y en lo técnico, Dragon Ball Legends es sobresaliente: los entornos son muchos, gigantescos y muy detallados, pero el nivel de acabados y las animaciones de cada personaje es para quitarse el sombrero. Desde ataques simples que están absolutamente inspirados en el manga y el anime a muy potentes cinemáticas que recrean en pantalla los grandes momentazos de cada personaje.

Dicho lo cual, y pese a que podremos gestionar la movilidad de manera integral a base de deslizar el dedo o seleccionar la carta adecuada, una vez pasado el periodo de adaptación comenzaremos a luchar con el sistema de combate automatizado. No solo porque funciona bien y nos permite tomar parte o intervenir cuando queramos, sino porque Dragon Ball Legends recompensa, sobre todo, que juguemos mucho. Y lo mejor de todo es cómo invita a hacerlo.

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Dragon Ball Legends usa el clásico sistema de limitar el número de combates a base de cargas de energía -que podremos reponer con moneda de juego-, pero también está colmado de cosas que hacer mientras esperamos. Además de los eventos y la trama principal, tenemos un modo Vs. online, podemos colaborar con nuestra Guild (el componente social tiene un peso muy importante) e incluso enviar a nuestros personajes a entrenar o vivir aventuras para mejorar y obtener nuevos recursos para mejorar o adquirir nuevas invocaciones.

De hecho, Dragon Ball Legends es épico incluso a la hora de realizar invocaciones. Si bien veremos una escena de lucha entre Goku y Freezer, existe una enorme variedad de alternativas con sorpresas, transformaciones y entornos que hacen del proceso toda una celebración.

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Y pese a que, para sorpresa de nadie, es ahí donde radica el sistema de monetización del juego, la obtención de moneda de juego con la que estrenar personajes y tentar a la suerte es bastante amigable. A  lo que hay que sumar la siempre bienvenida función de poder retirar la opción de comprar con dinero real desde los propios ajustes.

Aspectos que, sumados al mimo puesto en el diseño del propio juego, a la intensidad de los combates y a lo acertadísimo del sistema de progresos, convierten Dragon Ball Legends en uno de los juegos más adictivos basados en la obra de Akira Toriyama jamás lanzados. Porque, para desgracia de nuestras baterías, siempre hay algo que hacer: o tenemos un apoteósico combate esperando, o un evento muy goloso en marcha, o un personaje clave para avanzar a punto de completar un entrenamiento.

Tres años de Dragon Ball Legends… Y seguimos sumando

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A diferencia de los juegos de consolas y PC, casi todos los videojuegos de móvil con naturaleza de free-to-play (salvo notables excepciones) se deben enfrentar a un desafío mayor: lograr que todo el que les dé una oportunidad o simplemente lo instalen por curiosidad continúen jugando pasado el tercer día desde la primera partida. En el caso de Dragon Ball Legends, el juego de lucha y RPG se encuentra en mitad de la celebración de su tercer aniversario, y eso es un estupendo indicador de su éxito.

Está claro que Bandai Namco ha sabido canalizar el éxito de Dragon Ball Super y los universos y tramas creados para Super Dragon Ball Heroes para hacer más interesante la progresión del juego a través de nuevas cartas y elementos temáticos por tiempo limitado. Así, el estreno de Dragon Ball Super: Broly se vivió en las salas de cines, en los videojuegos y, además, en Dragon Ball Legends.

Como es de esperar, la celebración del tercer aniversario del juego supone un nuevo empujón de contenidos con nuevos desafíos y la entrada en escena de guerreros tan poderosos como Gogeta Super Saiyan 4 o Zamas Fusionado. Personajes con una capacidad destructiva demoledoras que, por cierto, protagonizan sus propios mini-arcos argumentales en el juego.

Sobra decir que, como en la mayoría de películas animadas de Dragon Ball, las tramas de los eventos o la sucesión de combates son lo de menos.  Al final todo acaba reducido a las reglas de los mangas Shonen en los que deberemos superar una sucesión de desafíos y enemigos cuya fuerza va en riguroso ascenso hasta lograr enfrentarnos a la verdadera amenaza. Pero lo que se pierde por ahí se gana en un sistema de combate intenso y entretenido que, por cierto, no cierra las puertas al jugador casual.

Ahora bien, como los buenos juegos free-to-play, el verdadero arma secreta de Dragon Ball Legends es su sistema de progresión y sus opciones de multijugador y la comunidad de su Guild. Sobre todo, con ese modo Jugador contra Jugador en el que todas las cartas están al máximo de su capacidad y estadísticas y puedes desatar libremente el poder de tus saiyans.

Por no mencionar su generosos modos single player, generosamente recompensados con cartas exclusivas o recompensas, de modo que siempre te invitan a regresar cada poquito tiempo para pedirle la revancha a ese Saiyan, Dios o Androide que tumbó a tu equipo con tanta facilidad.

De incentivar que pruebes lo que puede hacer esa carta que te acaba de tocar, o de llevar al máximo nivel a tu personaje favorito de la obra de Toriyama entre batalla y batalla. Porque, posiblemente, Bulma, Mr. Satan o Jaco tengan poco o nada que hacer contra  los seres más poderosos de todos los universos, pero no quieres que se queden rezagados en tu cada vez más flamante equipo.

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Los tres primeros años de Dragon Ball Legends han sido una locura, desde luego. Y viendo que hay una nueva película en producción y que el manga continúa expandiendo lo visto en Dragon Ball Super, parece que a los combates de Goku y compañía en móviles les queda cuerda para rato.