Las ganas de leer no es algo que se adquiere de un momento a otro. Se trata de fomentar un habito día a día. En esta nota te contamos cómo hacer que los más pequeños se acerquen a la lectura.

El hábito de la lectura es algo que hay que fomentar en los niños desde una edad muy temprana. Los libros son un pilar fundamental en su desarrollo y su educación, que les permite embarcarse en un viaje a través de nuevos e interesantes mundos. Pero, conseguir que los niños y jóvenes conecten con la literatura no es tarea fácil debido a que existen multitud de estímulos a su alrededor. Entonces, ¿Cómo podemos estimular el amor por la lectura?

Las ventajas de leer desde la infancia

La escritora Andrea Izquierdo, más conocida por su canal de youtube Andrea Rowling, cuenta algunos beneficios de la lectura en los niños. Los libros estimulan la imaginación, la creatividad y se desarrollan las destrezas de redacción. Esto se debe a que el niño o la niña, cuando ya han visto varias veces escrita una determinada palabra, automáticamente tienden a escribirla bien desde el principio.

En esta relación mágica entre el niño y el libro, se descubre otro modo de ver el mundo, e incluso de explorar las fantásticas y desconocidas aventuras que les proponen los cuentos. Pero para la booktuber lo más importante es el poder que tiene las historias compartidas. La lectura compartida afianza los lazos personales, ya que se sienten vinculados por tener algo en común.

Ahora bien, al igual que no a todos los niños les gusta jugar a los mismos juegos o ver las mismas películas, tampoco tienen por qué gustarles los mismos libros. Entonces, obligar a los niños a hacer cosas puede provocar que se revele y se niegue a tomar un libro. Es importante que tu hijo elija su lectura dentro de lo que está recomendado para su edad, sobre todo, los más pequeños. No hay nada mejor que la motivación de leer una lectura que el propio niño haya escogido.

En ocasiones, un error que se comete en muchos centros educativos es recomendar un listado de “lecturas obligadas” a los niños. Esto se debe a que su único acercamiento a la lectura ha sido novelas clásicas con un idioma que no terminan de comprender. Por lo tanto, hay que aproximarles a la lectura desde la curiosidad.

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