La gente lo asocia con actuaciones tanto en musicales como también sus participaciones en televisión, pero Diego Ramos continúa con su faceta de dirigir, ahora una obra de texto. Fue el elegido para estrenar en el teatro Espacio Dumont (Dumont 4040) Afterglow de S. Asher Gelman. Se presenta los viernes a las 20.30 con las actuaciones de Adrián Lázare, Fernando Cuellar y Darío Grasso. Anticipa que los espectadores estarán muy cerca de esos cuerpos desnudos, pero aclara que la ducha que se dan los protagonistas en escena está climatizada. Dirá Ramos: “El proyecto me llega de la mano de Adrián Lázare, quien es el productor y uno de los actores. Conoció la obra y compró los derechos. Hasta ahora yo sólo había dirigido cuatro musicales”. 

—Cuando se compra una obra en los Estados Unidos hay que mantener determinadas cláusulas: ¿aquí cuáles fueron esos pedidos?

—Si. Por empezar el título, Afterglow, no lo podíamos traducir, ni cambiar. Pasó lo mismo en otros países de habla hispana donde ya se dio, como en Colombia y en España. Es una pena porque tiene un significado, es la luz o el destello que aparece entre el atardecer y la noche. En el lenguaje urbano de los Estados Unidos se le dice al rostro que te queda después de tener una buena relación sexual. Tampoco se nos autorizó a modificar ni los nombres de los personajes, ni el lugar donde transcurre la historia, que es en Nueva York. Esto no molesta, porque estamos hablando de sentimientos y son universales, transcurran donde transcurran. También está por contrato la escena de la ducha y los desnudos. Pero hay libertad en la elección musical, por eso puse un tango electrónico, ya que es muy erótico y sensual y quise sumar un poco de lo nuestro.

—¿Te imaginabas este tema si no tuviéramos aprobada la ley del matrimonio igualitario (2010)?

—No me imaginaba en otras épocas porque no se hablaba y no se decía. Creo que los desnudos se ven desde hace mucho tiempo, recuerdo La lección de anatomía (1972) que fue una gran bisagra o a Adrián Ghio en Doña Flor y sus dos maridos (1983). Me parece que en otro momento hubiera llamado la atención un matrimonio gay o la proximidad de los cuerpos desnudos. Ahora con derechos ganados es más cotidiano hablar del tema. Me gusta pensar la obra más universal, habla de los sentimientos y no importa si son tres hombres, tres mujeres o un matrimonio heterosexual y un tercero o tercera incluida. Quisiera que cualquiera se pueda ver reconocido, que no sea sólo una temática gay. 

—¿La pandemia te cambió de alguna forma? 

—Creo que me quedaron algunos cuidados, como el lavado más continuo de manos y el no compartir vasos. Igualmente aproveché ya que no soy muy besuquero. Integro elencos numerosos por lo cual agradezco esa distancia. Por suerte, pude seguir trabajando y mucho. No creo que esta pandemia haya venido para hacernos mejores, o si vino no la aprovechamos. Creo que también es nuestra defensa, no podemos estar pensando todo el tiempo que algo malo nos va a suceder. 

—Antes se hacían funciones de martes a domingos, pero en las salas alternativas se da sólo una vez por semana. ¿Cómo lo encarás?

—Necesitábamos un ámbito con ciertas características y Espacio Dumont tiene muchos espectáculos. Es teatro independiente y no sé si podríamos hacer funciones de miércoles a domingo. Tal vez se agregue algún día más. Nosotros nos vamos a juntar dos veces por semana para seguir ensayando y pasar la obra. Queremos que los viernes el espectáculo esté ajustado siempre. Nunca me pasó de actuar una vez por semana, por eso quiero cuidarlo como director.

Los días de radio 

La actividad de Diego Ramos se multiplica entre el teatro, la televisión y también la radio. De lunes a viernes se lo puede escuchar de 9 a 11 en Gente Radiovisión (F.M. 107.5) en el programa No estamos bien. “Me apasiona la radio –dirá- no solo como conductor sino también como oyente. Siento que abre la imaginación. Me gusta que me cuenten con las voces e imaginarme todo. También me impresiona la fidelidad de quienes nos siguen”. 

Continúa como actor de jueves a domingos en Sex, viví tu experiencia en Gorriti Art Center, mientras sigue sumando más propuestas en su rol de director. Por eso además de tener en cartel Afterglow presenta en el ciclo Microteatro funciones de Modo fan de Mechi Bove, con un elenco integrado por Mica Lapegüe, Sacha Prachas y la misma Bove. Subraya: “No me importa la duración de los espectáculos. Esta es una propuesta donde se pueden ver varias obras de quince minutos cada una. Es menos convencional y otra opción de entretenimiento”.

En estos últimos años la televisión lo sumó como conductor y panelista. Aunque se recuerda sus actuaciones en Educando a Nina o Los exitosos Pells. Ahora integra el programa que conduce Florencia Peña en América bajo el título La pu*@ ama o sus siglas LPA, que se emite de lunes a viernes de 22.10 a 23.30. Ramos reflexiona: “Así como en teatro cada vez más quiero dirigir, en televisión me gusta la conducción. No abandono la actuación, pero busqué estar en otros lugares, hoy no hay muchas ficciones en la pantalla chica como para poder estar. Pero estoy contento, incluso en el programa con Flor Peña hacemos pasajes de comedia, donde también bailo y canto”.

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