Sean Baker es uno de esos cineastas  que llamó la atención del sector con ‘The Florida Project’  (en gran parte por contar con la presencia de Willem Dafoe) pero hay vida más allá de la estupenda cinta.  Concretamente en 2015, el cineasta se lanzó a una arriesgada propuesta ambientada en los bajos fondos de EE.UU. y rodada con un iPhone. Se trata de ‘Tangerine’ y la tenéis disponible en Filmin.

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Algo pasa en Hollywood

El punto de partida de ‘Tangerine’ es tan chocante como efectivo: el día antes de Navidad, Sin-Dee Rella, un prostituta transgénero que acaba de salir de la cárcel, se entera por su amiga Alexandra que su novio le está poniendo los cuernos. Así que, ni corta ni perezosa, se lanza a patear las calles de Hollywood para lograr averiguar la verdad.

Aunque sería fácil reducir esta premisa a algo muy simple (chica busca a su novio para pedirle explicaciones), no estamos ante una película que se pueda definir como convencional. Comenzando por su realización: la cinta fue grabada con tres iPhones y la calidad de imagen no se resiente tanto como cabría esperar. Todo un logro para esta modesta producción que funcionó a las mil maravillas en taquilla.

Sean Baker nos trae una cinta audaz donde demuestra, una vez más, que es posible un cine social que no necesite hacer pornografía emocional ni sobredramatizar los conflictos de los personajes y, sin embargo, sea absolutamente contundente a la hora de retratar los problemas sociales.

Los personajes de Baker no buscan subir en la escala social ni hacer realidad el sueño americano. No se levantan cada mañana diciendo: «¡Qué horrible es mi vida porque soy de clase baja!» porque Baker no cae en la trampa de simplificar algo tan complejo como las diferencias sociales. El director confía en que el espectador es lo suficientemente inteligente como para ser capaz de ver el entramado social que hay detrás de su circunstancia y las consecuencias que tiene en la misma.

Tangerine Sean Baker

El cine de Baker habla de la otra cara del capitalismo sin caer en paternalismos ni sermones. De todas esas personas que viven a la sombra del progreso y a las que no necesita idealizar para que sintamos empatía por ellas.

El filme se acerca a la realidad de esas trabajadoras sexuales con honestidad y respeto. Nos las presenta de forma realista y sin condescendencia: Sin-Dee no es una santa, como tampoco lo son el resto de personajes.  Son personas, con sus luces y sus sombras, y como tales tienen deseos tan reales como tener una pareja o apoyar a su mejor amiga.

La cinta transmite una veracidad apabullante, a la que contribuyen la espontaneidad de los actores no profesionales (en especial, las dos protagonistas: Kiki Rodríguez y Mya Taylor), el pulso con el que est´´a rodada y el amplio y matizado abanico de personajes que vemos durante su casi hora y media de metraje.

Así pues, ‘Tangerine’ es una cinta honesta y con garra, que no necesita recurrir a la sobredramatización para hacer un retrato social contundente. Con un estilo directo y realista,  Baker propone una película antinavideña que recorre el lado menos glamuroso de Hollywood en el que, no obstante, también se atisban pequeños rayos de luz.