El artista argentino Luis Wells, conocido como el “padre del informalismo”, falleció este martes a los 84 años en Río Ceballos, en la provincia de Córdoba, donde vivía hace más de 20 años.

Emblema del informalismo, Wells fue uno de los grandes artistas contemporáneos de su generación junto con los artistas plásticos Carlos Alonso (94 años) y Luis Felipe “Yuyo” Noé (90), y la vanguardista Marta Minujín (80), según los críticos y especialistas.

Sus obras comprenden la pintura, escultura, ambientaciones, arquitectura y diseño, destacándose las formas y esculturas de colores fuertes.

En su dilatada carrera como artista multifacético, Wells también fue pionero del arte objeto y en la manera de realizar obras con materiales de desecho. Entre sus numerosos trabajos se destaca la creación de objetos a los que denominaba «Toys», algunos con piezas intercambiables, y sus «Techos».

Dolor 

La noticia de la muerte de Luis Wells caló hondo dentro del ambiente artístico y cultural argentino. Muchos de ellos expresaron su dolor en las redes sociales.

“Estoy muy triste. Se va un artista fundamental, quizás de los últimos que nos van quedando junto con Yuyo Noé, Marta Minujín y Carlos Alonso”, dijo a Clarín Cultura el curador Elio Kapszuk, también productor y encargado de la gestión cultural de AMIA.

A Wells se lo recuerda como el “padre del informalismo”: “Fue una de las personas más fieles así mismo que he conocido, con una obra que produjo muchísimos quiebres en el arte contemporáneo argentino”.

“Era dueño de una sensibilidad absoluta, profundamente pasional en el cual ponía el corazón en cada proyecto, en cada relación, con un condimento humano del afecto, de la hermandad. Tenía un alma sumamente pura, es una de las personas más puras que conozco”.

“Nos deja por supuesto, su obra. Obviamente, es una obra reconocida pero falta mucho más reconocimiento para la jerarquía la importancia de lo que le ha dado al arte contemporáneo argentino”, completó Kapszuk.

“Wells fue un artista fundamental de los años ‘50 con soporte al informalismo, con obras muy originales dentro del movimiento. En sus comienzos fue un artista emergente muy original, con lo que hizo para el informalismo, el pop y el diseño. Un artista con mucha actuación”, destacó la historiadora del arte y curadora María José Herrera.

“Wells es un artista que pasó por muchas instancias creativas diferentes y en todas se destacó. Era una persona generosa, amable, simpática. Un amigazo. Fui amiga de él y conozco muchos de sus amigos: todos los adoraban. Era una persona absolutamente encantadora, un gran artista”, ponderó.

Una vida a puro arte

Luis Wells nació en 1939 en Buenos Aires. También vivió en Londres, Nueva York y regresó al país a mediados de la década de ’70 hasta que se instaló definitivamente en Córdoba. 

Inició sus estudios sobre arte en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano y en el Prilidiano Pueyrredón, donde egresó como Profesor de Dibujo, Grabado e Ilustración.

En 1958 fundó el movimiento informalista junto con Alberto Greco y Kenneth Kemble, una ruptura que dio origen a instalaciones, ambientaciones y al arte de acción. En ese momento tenía 19 años.

Un año más tarde, con este grupo informalista participó en las muestras de Galería Van Riel y en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (1959). También realizó el Collage de los troncos y el Collage de las latas, cuya obra tomó trascendencia en el espacio pictórico e inauguró la estética del objeto en Argentina.

A comienzo de los años 60, participó en varias exposiciones, de las cuales, se destaca la Primera Exposición Internacional de Arte Moderno, en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (1960). También, integró las exposiciones 14 pintores de la Nueva generación, en la Galería Lirolay y 150 años de Arte Argentino, en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Ese año, Wells también realizó su primera exhibición en el exterior en la Bienal Internacional de Artistas Jóvenes en París (1960) y más tarde en Arte Argentino Contemporáneo en Río de Janeiro (1961) seguido por Buenos Aires ´64, en Nueva York.

En 1965 participó en los Premios de Pintura y Escultura del Instituto Torcuato Di Tella donde su obra Denotación Espacial ganó el Premio Especial del Jurado, uno de sus “Techos”, cuya obra consiste en volúmenes escultóricos aplicados en el cielorraso. También recibió dos veces la Faja de Honor en el Premio Ver y Estimar.

A mediados de los ’60, Wells se consagró con los llamados Toys, que será una obra icónica en su producción. Se trata de objetos de carácter lúdico con una, dos o más piezas intercambiables de lugar y posición, que originan composiciones diversas, con la posibilidad de que el público pudiera participar de este trabajo.

Entre Londres y Nueva York En 1966, Wells se instaló en Londres tras haber recibido el Premio Beca British Council para realizar estudios en el Royal College of Arts durante un año, donde trabajó en técnicas de escultura con resinas poliéster.

Luego, se radicó en Nueva York durante nueve años realizando instalaciones y más enfocado en proyectos de diseño industrial. El artista además participó en Street Works (1969) en dos ocasiones. También fundó e integró el Museo Imaginario Latinoamericano, donde realizó sus «Techos» en reiteradas ocasiones.

Wells colaboró en diversos trabajos arquitectónicos proyectando “techos escultóricos”: el plafond de las Oficinas Suplicy en Wall Street, y las ambientaciones en las residencias Golderberger y Burk Zanfi, en Nueva York. Entre otras piezas, diseñó artefactos de iluminación, muebles, esculturas múltiples para ser editadas en serie.

El Techo de Jorge Romero Brest, una de sus maquetas, fue comprada por el Museo de Arte Moderno (MoMA), en 1970, cuya obra forma parte del acervo patrimonial del museo de Nueva York.

Un año más tarde, participó en Contrabienal, una publicación convertida en protesta contra la dictadura militar en Brasil y la XI Bienal de San Pablo.

Además fundó Integralia, un estudio de diseño de objeto de artistas junto a Luis Camnitzer y Rubens Gerchman. También se desempeñó como diseñador industrial para Shop2, obtuvo dos premios Excellence of Desing, y para maestros del diseño arquitectónico.

En 1975, Wells se radicó definitivamente en Argentina. Aquí integró el grupo de la Abstracción sensible, cuyas muestras se realizaron en 1981.

Wells ganó el Premio Konex (1982) y el Gran Premio de Honor de la Bienal de Valparaíso (Chile, 1989), entre numerosas distinciones. Desde entonces, se inclinó hacia una abstracción de base geométrica muy libre, llena de intervenciones espontáneas del gesto, de grafismos y de pinceladas no ocultas. En obras posteriores el artista enfatizó el color y las citas del cómic.

Una nueva era

A comienzos de este siglo, entre numerosas exposiciones que realizó se destacó haber integrado el envío argentino a la VII Bienal Internacional de Cuenca en Ecuador (2001). Además, en el Bellas Artes realizó la muestra Wells: muestra antológica (2003), donde ese año recibió el Premio Trabucco, otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes. En 2004 realizó la muestra individual Wells: padre del informalismo argentino, en la Galería Sopa de Letras, en Valencia.

Wells regresó a la abstracción en este último tiempo, donde volvió a realizar los «Toys» y sus «Techos». Esta obras contienen en su mayoría el Colección Malba-Fundación Constantini (2007), o totalmente monocromo blanco como el realizado para la exposición Luis Wells: Obra Imprevisible en Centro Cultural Recoleta (2008).

Una vez instalado Córdoba, realizó varias obras en la vía pública de la ciudad y en otras ciudades de la provincia mediterránea. Allí, su figura quedó plasmada en las esculturas monumentales como el Homenaje a Herbert Diehl -de 8 metros de altura-, la Serpiente de 5,5 metros de alto en el Cerro de las Rosas, o la Yarará, en Unquillo.

Entre las últimas muestras colectivas se destacan: Imán: Nueva York. Arte Argentino de los años ´60 en Fundación Proa (2010), Jóvenes y Modernos de la años ´50 en el Moderno (2012), El espíritu Pop. Arte argentino de los sesenta en el Museo de Arte Contemporáneo MAR (2013), La explosión de la forma. Arte abstracto Argentino de la década del ´50 en el Museo de Arte de Tigre (2014) y Primera antología del siglo XX: Arquitectos, artistas y diseñadores en el Centro Cultural Recoleta (2015). Ese mismo año también se llevó a cabo la muestra La fiesta secreta, en el Museo Caraffa (Córdoba), con motivo de sus 50 años de su trayectoria.

PC

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