A lo largo de diez episodios, combina varios géneros, condimentados por el erotismo, la pasión y la venganza. Los riesgos de una aplicación de citas.

Si uno ve completo el primer capítulo de Perfil falso probablemente se quiera devorar la serie. Porque el episodio inicial de esta flamante serie colombiana de Netflix es una subserie en sí misma y no tiene término medio: atrapa o produce rechazo.

Se ve que la mayoría votó por la opción A, porque en las más de dos semanas que lleva en el catálogo de la plataforma es número 1 indiscutida en casi todos los países, incluida la Argentina.

De ser una comida tendría más aroma a tenedor libre o a bodegón que a plato gourmet. No está en juego aquí, en este planteo, si es delicioso o no, sino cómo se plantea y se planta frente al espectador. No se guarda nada (todo es abundante): ni a lo largo de los diez capítulos, ni, muchos menos, en el de arranque, en el que pasa de todo, todo el tiempo y eso que dura menos de 40 minutos.

Atracción fatal. Así podría sintetizarse el vínculo entre Fernando y Camila... al menos de entrada.


Atracción fatal. Así podría sintetizarse el vínculo entre Fernando y Camila… al menos de entrada.

No debe ser casual que esté en la cima del ranking: esta pole position no está relacionada exclusivamente, por ahora, con la calidad de esta ficción latina, sino con el furor que provocó apenas se estrenó (31 de mayo), de la mano de su planteo atrevido, actual y hot.

No es una neta ficción erótica, pero tampoco está lejos de eso. No es una telenovela tradicional típica de la región de los culebrones, pero tampoco deja de serlo. Perfil falso tiene un poco de todo, en dosis dispares: mucha pasión, muchas escenas de sexo, mucha atmósfera a atracción aunque los cuerpos estén en dos sitios diferentes por momentos, mucho romance, mucha traición, mucha venganza.

Ese “mucho de todo” la despega del pelotón de producciones del streaming en las que a veces no pasa nada.

El disparador de la trama tiene a Camila y a Fernando (será Fernando de entrada hasta que en pocos minutos lo rebautice la realidad) matcheando (se eligen, hay coincidencia) en una aplicación de citas. Están en Las Vegas, donde ella trabaja como artista de un boliche, y donde él, se sabrá enseguida, está de paso.

Camila viene de una relación tóxica y siente encontrar en Fernando el amor verdadero. Pero el relato se escapa de la simplicidad.


Camila viene de una relación tóxica y siente encontrar en Fernando el amor verdadero. Pero el relato se escapa de la simplicidad.

En su perfil de la App ella pondrá que es enfermera -lo que agita, curiosamente, todos los ratones de Fernando– y él pondrá lo que la imaginación le permita, pero con su foto verdadera, que lo muestra como el mejor de los galanes colombianos. Se seducen, se citan, se encuentran y arde la pantalla.

Lo que pinta como flechazo no se diluye, pero gracias al bendito “equis meses después”  se sabrá que ya no todo es lo que parece. Y que Fernando presentó el Perfil falso al que alude el título.

Los trabajos actorales de Carolina Miranda como Camila Román -dueña de unos ojos espectaculares, por otra parte, que el director y las cámaras saben aprovechar- y de Rodolfo Salas como ¿Fernando Castell? se lucen en esta trama de amor y venganza. También está a la altura de los roles centrales el de Lincoln Palomeque como David, al que ella conoce en su derrotero por Cartagena.

Camila y David (Lincoln Palomeque). ¿Habrá triángulo amoroso?


Camila y David (Lincoln Palomeque). ¿Habrá triángulo amoroso?

Pero contemos hasta ahí, porque, pasado ese primer episodio cargado de información, acción y erotismo, del segundo en adelante van asomando otros condimentos que le hace pegar interesantes (y a veces inexplicables) volantazos a la historia.

La serie habla de los beneficios y los riesgos de las aplicaciones de citas, habla del amor y la traición, habla del despecho, de las sombras de cada uno, de los secretos de familia.

No está nada mal en su esquema y su construcción narrativa que se complica un tanto al final, sólo que una vez que uno quedó atrapado va notando que hay recursos que se repiten, algo muy típico de las telenovelas latinas pensadas para la TV tradicional, capaces de estirarse en el tiempo. Pero aquí, condensadas en diez episodios muy ágiles, hay una tendencia al cliché de género cada dos por tres. Así y todo entretiene. Y se agradece.

Ficha

Calificación: Buena

Drama hot, romanticismo y acción Protagonistas: Carolina Miranda y Rodolfo Salas Creación: Pablo Illanes Dirección: Klych López Peña y Catalina Hernández Emisión: Diez episodios disponibles en Netflix.

Mirá también