Se la regalaron a un chico, la puso en un cajón ahí quedó y ahora vale más de tres millones de euros. No es un cuento, es una tapa de Tintín, ilustrada por el gran Hergé y rechazada por los editores. Se vendió este jueves en una subasta realizada por la casa Artcurial por 3.2 millones de euros, una cifra que establece un récord mundial como la obra de arte de cómic más cara.

El Loto Azul -en el francés original «Le Lotus bleu»- es el quinto álbum de la serie de Las aventuras de Tintín, creada en 1936 por Georges Remi, el historietista belga conocido como Hergé. Para esta portada el artista hizo una pintura en la que utilizó tinta china, gouache y acuarela.

La imagen representa al pequeño reportero y su perro Snowy escondidos en un jarrón Ming azul y blanco, frente a un dragón rojo pintado sobre un fondo negro decorado con pergaminos. Estaba destinado a la portada de este quinto título de Tintín, en el que el personaje se dirige a China para desmantelar una red de tráfico de opio.

A Hergé le dijeron que la pintura sería cara de reproducir en masa porque presentaba demasiados colores, por lo que pintó otra versión con un dragón negro y un fondo rojo con bordes blancos, que se convirtió finalmente en la portada.

«Casterman lo rechazó porque era demasiado caro en ese momento para imprimir en cuatro colores«, aseguró al diario Le Monde, Eric Leroy, experto en cómics de la casa de subastas francesa Artcurial, que tiene su sede en el histórico Hôtel Marcel Dassault, en París.

Cuando descartaron su propuesta, Hergé le regaló la ilustración a Jean-Paul Casterman, el hijo de siete años de su editor, Louis Casterman. La portada rechazada estuvo guardada en un cajón doblada en seis hasta 1981, cuando Jean-Paul le pidió al autor que lo firmara.

Batir el récord

Se esperaba que la obra de arte, puesta a la venta por los hijos de Jean-Paul atrajera ofertas de hasta tres millones de euros, pero los superó, dejando en segundo lugar el récord anterior de arte de cómics, establecido en 2018 cuando un fan estadounidense compró los dibujos originales de hojas de mosca en tinta utilizados en todas las aventuras de Tintín impresas entre 1937 y 1958 por 2,65 millones de euros.

La subasta había sido previamente judicializada por Nick Rodwell, el esposo de Fanny Vlamynck, la viuda de Hergé. La empresa familiar Moulinsart SA había perseguido con distintas demandas las supuestas violaciones de derechos de autor contra fanáticos y académicos, y Rodwell fue conocido como «una de las personas más desagradables de los cómics europeos entre los fanáticos». En 2015 un tribunal determinó que los derechos de autor de Tintín pertenecían a los Casterman desde 1942.

Rodwell le dijo a Le Monde en septiembre que creía que la obra de arte debería haberse ofrecido al Musée Hergé, cerca de Bruselas. También el esposo de la heredera desmiente la historia del regalo al hijo del editor y asegura que si bien se ven rastros de pliegues en la hoja de papel es porque Hergé había metido el dibujo en un sobre para enviárselo al subdirector de edición, Charles Lesne.

Según esta hipótesis, el diseño habría permanecido desde 1936, junto con muchos otros, en depósito con Casterman, y no se lo habría regalado al niño.

«El trabajo de Hergé pertenece a su familia pero también es parte de la herencia belga. No debería venderse -dijo en ese momento-. No estoy diciendo que fue robado por Casterman. Simplemente no fue devuelto».

Una litografía de Le Lotus Bleu, producida en 1981 y firmada por Hergé, también se vendió en la subasta de hoy por seis mil euros, el doble del valor estimado.

Tintín apareció por primera vez en una tira de dibujos animados en 1929 y luego protagonizó veinticuatro libros. Hergé murió en 1983.

PK