Con un nombre como Taika Waititi (‘Lo que hacemos en las sombras‘) de padrino y cocreador —le deja más las labores de escritura a Sterlin Harjo—, estaba claro que había que ver ‘Reservation Dogs’, la notable comedia nativoamericana que podemos ver en Disney+.

En una época en la que la ficción norteamericana ha impulsado una nueva generación de comedias protagonizadas por minorías de diversas índoles, poniendo su peso en lo experiencial, había cierta asignatura pendiente con los desheredados que habitan en las reservas indias.

Contando con la experiencia de Harjo y del equipo de guionistas, la serie narra en modo cómico las desventuras de un grupo de adolescentes pequeños delincuentes que se buscan la vida como pueden para lograr tener una vida mejor en la soñada California. No lo tendrán fácil porque, además, hay una banda rival que no les dejará operar en paz.

Pequeños y carismáticos zascandiles

Pero ojo, que el título de la serie como clara referencia a la cinta de Tarantino (que además veremos algún guiño más) y la sinopsis nos pueden llevar a engaño: no vamos a tener mucha violencia (que algún tiroteo con balas de pintura hay), afilados y deslenguados diálogos (que también) o ni siquiera acción. La serie es, ante todo, bastante más costumbrista en este sentido.

De hecho, si bien todo comienza con estos cuatro muchachos —estupendamente interpretados por Devery Jacobs, D’Pharaoh Woon-A-Tai, Lane Factor y Paulina Alexis— atracando una camioneta de patatas fritas, ‘Reservation Dogs’ narra el día a día de unos muchachos que buscan matar el tiempo y tener algo de dinero.

Y de ahí viene también el premeditado ritmo tranquilo que marcan guionistas y directores para resaltar aún más el mundo rural en el que estamos. Una exploración que se aleja de los estereotipos y que se empapa, además, en cierto realismo mágico que bebe del lore idígena.

Sorprende el hecho que ya desde el principio ‘Reservation Dogs’ está perfectamente equilibrada. Lo que a otras comedias les cuesta dos o tres episodios (como poco) en afinar su tono, aquí desde el principio se ve un funcionamiento preciso a la hora de plasmar en pantalla la vida de estos Rez.

Creo que gran parte de la culpa la tienen los actores —la mitad es novel y la otra mitad su experiencia se cuenta con los dedos de la mano— que consiguen tener una presencia en pantalla que no siempre se logra a tan temprana edad. Enseguida logran transmitir sus diferentes personalidades.

Todo esto realizado con mucho corazón. Porque ‘Reservation Dogs’ no solo es divertida (incluso a ratos desternillante) sino también es encantadora y sabia a la hora de saber qué querer contar y como contarlo. Si tenéis una oportunidad, echadle un vistazo.